Las lágrimas salían solas, y mi expresión cambio a ser una triste. Otra vez, de nuevo, tenía que decirle adiós.
Las palabras entre nosotros sobraban y las acciones demostraban demasiado.
—Hasta pronto pelirrojo. Te amo—le susurré.
—Lo mismo digo mi pequeña tabla—respondió mientras me abrazaba.
Y seguido de estas palabras amorosas, me despedí de él con un apretón de manos, ya que un beso no le podía dar por los malditos paparazzis que les perseguían por todas partes.
Subieron al avión y yo volví a casa aún llorando como una magdalena. Cuando llegue vi una nota de Iris en la que decía que acompañaba a Lys en su gira, pero que ella cogió otro vuelo para darle una sorpresa al llegar a Italia.
Otra vez, de nuevo me quedo sola ¿por qué será que al final siempre me quedo igual que al principio? sola, y sin nadie quien me acompañe, excepto Basha.
Mi teléfono empezó a sonar y me encontré con un mensaje inesperado.
*Hola Sam, ¿te viene bien quedar hoy?* Enviado hoy a las 9:45.
*Claro, porque no. Hoy a las 16:00 en mi casa (:* Leído en este instante.
Paseé a Basha, comí y vi la televisión, hasta que me di cuenta que ya eran las 16:00. A las 16:15 Viktor ya estaba aquí.
—Hola pequeña Sam
Al terminar de saludarme hizo lo que menos me esperaba, me dio un beso sin Ninguna piedad.