Las luces de Navidad alumbraban las calles, adornos y árboles de esta época, y a mi lado estaba él, abrazándome.
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ÚLTIMO CAPÍTULO DE LA HISTORIA
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—¡Mira Castiel, dulces navideños!—dije mientras entraba en la tienda.
—Debes de dejar de comer tanto, luego eso pasa factura...
—Vivo para comer, solo para eso.
—Ah, ¿y no vives para amarme?—respondió burlón.
—En tus sueños pelirrojo.
Entramos y compramos varias cosas, de las cuales me comí unas cuantas mientras seguíamos paseando.
—Ven sígueme—dijo mientras me cogía de la mano y me arrastraba con él.
Tras unos minutos caminando, llegamos hasta un parque con varias luces y una gran fuente de delfines, y un árbol de Navidad enorme. A pesar de que era de noche, todo era luminoso y agradable. Me fijé en el pelirrojo, que le notaba un poco nervioso e inquieto, pero con una gran ilusión en su mirada.
—Castiel porque... ¿Por qué me quieres tanto? ¿Por qué haces tantas cosas por mi? ¿Por qué me das tanto sin recibir nada a cambio? Realmente no sé como expresarme exactamente, ni demostrar con acciones lo muchísimo que te quie-
El pelirrojo me atrajo hacia el une rodeó la cintura con su brazo, y seguido de eso me dio un beso apasionado mientras acariciaba mi cabello.
—Creo que con esto puedo responder a todas tus respuestas pequeña.
—Creo que necesito que lo repitas... No lo he terminado de entender...
—Ahora mismo te lo explico, pero antes sígueme.
Me llevo cerca de la fuente de delfines y nos sentamos en un banco que había al lado. Castiel me abrazo y me susurró al oído.
—¿Sabes? Desde que te conocí por error, sentí que había algo de ti que me resultaba extraño. Con el tiempo empecé a darme cuenta de que lo que me parecía extraño de ti es que eras distinta de las demás, y poco a poco comencé a sentir algo extraño que nunca había sentido. Pensé que eran las hormonas y que debería dejarlo pasar... Hasta me di cuenta que me enamore de ti. Hasta ahora la única de la que te he podido demostrar mi amor por ti ha sido con pocas acciones, pero esta vez, va a ser diferente, y para siempre.
