Había mucha pero que mucha gente, demasiada para mí. Entre tanta gente raramente llegue a diferenciar a Viktor, quien estaba sentado en primera fila.
Empecé tocando los primeros cinco minutos de la canción solo con el piano, y el resto me acompañó el violín de Rosalya.
Cuando terminamos el concierto sentí que alguien me seguía, y sin duda era Viktor. Empiezo a temer de que me haga algo.
—Viktor, deja de seguirme, me molesta—dije enfadada.
—Me da igual, conseguiré esas pruebas y por fin serás mía—respondió con un tono maniático.
—Tendré que pedir una orden de alejamiento... Y tú sabes que yo no quiero hacer eso—dije mientras andaba más rápido.
—Claro que no Sam, esto solo lo hago por ti...
—Si realmente me aprecias, por favor déjame tranquila
—Esta bien, pero mañana iré a tu casa—finalizó.
Lo que él no sabía, es que esta misma noche, a las 4:00 me iré de Varsovia definitivamente.