No quiero continuar con esta tortura que me hace sufrir, no quiero dudar de mis pensamientos ni que mis sensaciones me hagan caer. Quiero desaparecer, quiero dejar de existir, duele... duele mucho, no quiero continuar llorando... no quiero que se repita.
Estaba acostado debajo de la cama de sus padres, adentrado entre la oscuridad de la habitación y el polvo que se acumulaba debajo de la cama. Era la primera vez que salía de su habitación después de tres semanas y lo único que se le ocurrió hacer al salir fue ocultarse.
Ya había comenzado a aburrirse de estar dentro de su cuarto, a pesar de continuar aterrado y con miedo, no podía evitar querer moverse o sentiría que se asfixiaba. Ya habían pasado varios días desde que no entraba a esa habitación a la que le habían prohibido pasar. Quería estar ahí, quería estar con ellos un momento a pesar de saber que ya no estaban junto a él.
Debería ser media noche o tal vez más, no le importaba, no estaba seguro. Pero ese siempre era un lindo lugar para descansar, siempre era un lugar para pensar después de todo.
Su posición era algo incomoda y sus brazos habían comenzado a cansarle. Su estómago empezó a rugir por un poco de comida, siempre rugía cada que ya pasaban más de 18 horas en las que no probaba alimento. Su propio cuerpo se fue acostumbrando a su situación, pero decidió ignorarlo.
Tenía miedo. No sabía que era lo que hacía ahí ¿porque tenía que seguir con vida? No tenía sentido ¿Qué tenía de importante? Nada, solo era un juego cruel del destino para ver cuánto tiempo podía aguantar el dolor. Y ese destino no se conformó con quitarle a sus padres, tampoco con hacer que Eliot lo golpeara y humillara, tenía que hacer algo diferente ¿No?... ya se estaba tornando todo aburrido.
Se arrastró ligeramente hasta que logro salir de la cama y se levantó. Observo por la ventana un momento, las luces de la ciudad que apenas y lograba distinguir. Se sentó en la cama despacio, tenía frio y comenzó a temblar.
Sus ojos los, cuales habían perdido gran parte de su brillo, se veían cansados, y en su mirada, su palidez y sus labios algo resecos hacían que pareciera enfermo. Había pasado gran parte del tiempo solo, y no era como si lo negara, le gustaba estar solo ahora, a pesar que antes era lo peor que le podía pasar.
Se dio la vuelta ligeramente y camino despacio por la habitación, salió de ella notando la oscuridad de toda la casa, los pasillos largos y aterradores, entro despacio a la biblioteca, la oficina de su padre, un bonito lugar pero con toque de viejo.
Ya había leído casi todos los libros de ese lugar ¿Cómo lo había hecho? No tenía idea, pero tampoco era como si le hubieran gustado, simplemente no tenía nada más que hacer. Bajo la mirada y observo sus pies con algo de pena. Se dio la vuelta para su habitación, ya comenzaba a darle sueño.
Eliot seguía en su oficina, era media noche y todas las personas ya se habían marchado, solo quedaba el guardia de seguridad y algunos conserjes nocturnos. Estaba metido en su oficina, pero sin nada que hacer, había estado ahí desde las ocho, hace horas que había terminado el trabajo, ahí sentado sin hacer absolutamente nada.
Y es que desde lo sucedido con el menor, Adri había comenzado a ocultarse y apartarse demasiado y eso no le agradaba, aparte de que le molestaba estar en la casa y que el menor no haga ni un mísero ruido.
Se estaba controlando de sobremanera porque cada que estaba en la casa le daban bastantes ganas de sacar al menor de su habitación y que haga o diga algo, o lo mataría a golpes.
Se puso de pie y comenzó a recoger los papeles regados que tenía por ahí.
Héctor no le había preguntado nada de lo sucedido el día de la fiesta después de que se fue, al parecer el rubio a duras penas recordaba lo que había sucedido, pero evitaba hablar con él, así como el rubio le regalaba el gesto, con la situación de Adri todo se complicaba ya habían pasado varios meses desde que fue aquello y a Héctor le preocupaba lo que fuera a sucederle al menor en las garras de Eliot.
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No fue mi culpa
Mystery / ThrillerADVERTENCIAS: Esta historia esta a punto de ser retirada de la plataforma. Un solo instante cambió por completo mi vida. Fue tan solo un momento, en el que yo estuve involucrado. Las caricias se transformaron en golpes, el amor cambio por lo que yo...