CAPITULO 21

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Seguí lo que ella me decía, después de todo, seguramente tenía más experiencia en esto, y a juzgar por su bello rostro, perfectamente logrado, seguramente así era...

-¿Tú querías venir? -Pregunto mientras ponía una pintura extraña en mi parpado móvil.

-Sí -Dije tranquila.

-Y, ¿Por qué no viniste antes?, y arreglada -Añadió.

-Hmmm -Hice un sonido de incomodidad.

-Si no quieres decirlo, no hay problema... -Entendió.

Pero no dejaría así a la hermana de Bryan -Es que... Nunca me he, maquillado -Solté un suspiro, me sentía estúpida (más) -Y bueno, esto es nuevo para mí.

Dejo lo que estaba haciendo y me miro a los ojos, soltó una pequeña risa, me hice chiquita -¿Estás hablando enserio? -Pregunto incrédula. Simplemente asentí -¡Qué ternura! -Expreso.

-No creo que sea tierno, más bien tonta, y es paradójico, porque soy muy buena pintando, dibujando, y esas cosas...

-Entonces con un poco de práctica, serás una experta -Afirmó.

-Ya lo creo.

Me arreglo en pocos minutos, le dio volumen a mi cabello, además de arreglarlo como solo un ángel de victoria, hasta yo me sorprendí al verme al espejo, parecía otra completamente distinta, parecía una chica de... una chica de mundo, es decir, una todopoderosa chica popular, que goza de buenos maquillajes y dinero. Viviría una mentira por una noche, ¿Eso es bueno?, para mí sí, porque el viernes volvería mi maldición.

-Te ves hermosa, eras un pequeño diamante que solamente se tenía que pulir -Sonrió, que buena persona. Se alejó un poco -Asumo que no tienes un vestido.

Gire a verla, me levante, y busque la caja donde venía lo que quedaba de mi vestido, ese hermoso vestido, que había arruinado con manchas de maquillaje, ¡idiota!

Lo saque frente a ella -¿Este cuenta? -Pregunte.

Se acercó a él, lo miro bien -Es hermoso, y caro... Pero, parece que un niño lo pinto con crayolas -Sentenció -Ven -Me tomo de la mano y caminamos hasta su armario, deje el vestido en el primer lugar que vi.

Su armario era gigantesco, con múltiples prendas, que iban de lo más casual, a los más fino y elegante.

Ella miraba todos intentando elegir uno, y de pronto saco uno de allí, color oscuro, pequeñas piedras negras que le daban un toque de sofisticación, me llegaba poco arriba de las rodillas, y combinaba con el labial rojo que traía.

Me lo cedió -Póntelo -Dijo feliz, y se movió -No te veré, iré por unos zapatos. Ella fue hasta otro lugar en su habitación. Me desprendí de la fea bata que llevaba y me puse el vestido, que se amoldo perfecto en mi cuerpo.

-Ya -Acomode mi cabello, ella regreso con unos zapatos rojos, con pequeños detalles en color negro, los dejo en el suelo, me los puse de inmediato, ya no quería tardar más.

-No son tan altos, pues supongo que no sabes caminar en tacones -Ella ya tenía una idea de mí, y era correcta, soy una niña inexperta en temas de niñas.

-Gracias, mis píes te lo agradecerán -Le dije feliz.

Me miro por última vez de pies a cabeza -Luces hermosa -Aquellas palabras añadían seguridad a mí -Vamos, nuestros chicos nos esperan...

Estrellas Rotas (Bryan Mouque y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora