—Tú no lo conoces —Le dije.
—Tú tampoco —Sonrió segura.
—Buenas noches —Me di por vencida y subí a mi habitación.
Me acosté sobre mi cama intentando dormir, y no lograba hacerlo. Sus palabras me habían llegado. ¿Será que el hombre, siempre por naturaleza busca ser infiel?, busca abandonar a la mujer.
Yo creo que Bryan es distinto, él no me haría eso, no creo que lo hiciera... ¡NO PUEDO CREER! Que ahora, que es un día feliz pues Mara se abrió y me permitió hacer algo con mi vida, ella misma me hace sufrir, y me tortura mentalmente. Pero bueno, no podía esperar algo más de ella, pues se dedica a ello, a hacer miserables a los demás.
Había un sinfín de estrellas que me arrullaban, intentaban controlar mi noche, para bien, claro. Buscaban despejar mi mente y mi corazón, después de todo, esto sólo es el veredicto de Mara, aun no sé la reacción de Cara y Mía, supongo que ellas dos me atacaran como unas locas.
La mañana llego, baje como era costumbre muy en la madrugada y como una zombi a hacer el desayuno. Para mi fortuna hoy era viernes, el último día de la semana que me tocaba hacer esto. O por lo menos ya no lo haría tan temprano.
Estaba a punto de comenzar a sacar algunas cosas para hacer el desayuno, cuando la puerta de la casa claramente se abrió. Me asuste, pues según yo, nadie vendría el día de hoy a aquí. Y menos a esta hora.
Me escondí rápidamente tras la puerta de la cocina. Unos pasos firmes se dirigían a donde yo estaba, rece para qué no fuera un asesino o algo así.
Se abrió la puerta de la cocina, yo quede por unos segundos oculta tras ella. Pero cuando se descubrió la figura de la persona que había llegado, he de decir que me alegre como nunca antes.
—Martina —Dije su nombre aún encogida.
Ella saltó del susto —¿Qué haces ahí niña? —Pregunto asustada, y un poco exaltada.
Me levante inmediatamente y fui hasta sus brazos a abrazarla, Martina es la mejor amiga que tengo, la confidente perfecta, es varios años mayor a mí, pero es perfecta para entablar una conversación, ella me ha inculcado cierta madurez, pues cada día aprendo algo de su forma de ser.
—¿Qué haces aquí?, ¿No te hacen falta aún vacaciones?
—No, ya terminaron, seguramente esa bruja te puso a cargo de todo, por lo que yo debía regresar a poner un poco de orden —Ella me protege a veces de Mara, cuando ella está aquí, es difícil que Mara me haga algo.
—Gracias, gracias, gracias —Le dije repetidamente, la mire a los ojos, estaba contenta por verme, pero no más que yo —No sabes cuanta falta me has hecho, pero dime... ¿Qué hiciste en tus vacaciones? —Me despegue de ella, nos sentamos en esas sillas altas de la cocina.
—No hice mucho, solamente fui de vacaciones a la playa, estuve allá con mi madre, me divertí y perdí mucho estrés —Sonrió. —¿Y de ti que ha sido?
—Pues... Conocí a un chico —Una sonrisa aún más grande se asomo de aquel rostro, presto aún más atención —Es de familia, es decir... Tiene mucho dinero, y me gusta.
—¿Tú le gustas? —Cuestiono al instante. Asentí con la cabeza —¡Oh dios que bien! —Ella expreso contenta.
—Anoche estuvo aquí —Su sorpresa fue mayor —Y le dijo a Mara que me pretendía.
—¿Y lo asesino? —Pregunto muy seria, aunque evidentemente lo hacía de broma.
—No, de hecho le dijo que podía intentar algo conmigo, pero bueno, estaba ebria, no sé qué reacción tenga hoy, no sé si lo recuerde, cuando él se fue me dijo que ella lo hizo porque todos los hombres son iguales, y él me romperá el corazón —Agache la cabeza.
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Estrellas Rotas (Bryan Mouque y tú)
FanfictionCuando tenía 6 años, mi madre falleció, se fue, dejando un gran hueco en mi interior. 2 Años después, mi padre consiguió una mujer, una mujer que tenía un par de hijas, gemelas, que las unía la maldad y el egoísmo, mi padre y ella se casaron, las 3...