CAPITULO 7

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Le sonreí claramente ruborizada, me apenaba lo que me proponía, pero claro que me gustaba—¿Tu harías eso por mí?

—Claro, eso y más...

—¿De verdad?, Bryan, no me conoces, no sabes nada de mí, no sabes que tan buena o mala soy...

—Pero te estoy viendo, estás frente a mí.

—Y eso que tiene que ver.

—Qué puedo ver tus ojos, y puedo saber, que tu no eres mala, tú, eres una niña excelente, y te preocupan muchas cosas que a otros no, te callas mucho de lo que quisieras gritar, por tu prudencia, pero ¿Sabes?, veo en ti algo, algo que es difícil de encontrar.

—¿Qué?

—Un brillo especial, algo que no podría describir, pero que tú lo tienes, de verdad que se me hace extraño comentarlo, pero es así, tú, tú sonrisa, tú mirada, tus ojos —Rozo con su mano mi mejilla —Tienes algo...

—¿Y no puedes definirlo en una simple palabra? —Le cuestione.

—Eres como una estrella, una grande, para las personas simples, que no abren bien los ojos, eres común, una más —Su voz cambió agradablemente su sonrisa se hizo mayor —Pero para lo que miramos detenidamente, podemos apreciar lo que eres.

—Bryan, que dulce... —Caí rendida, mi sistema de defensa había fallado, él ya había penetrado en mis sentimientos.

—Tú podrías ser mi azúcar... —Me sonrió.

—Claro —Dije sin prestar demasiada atención.

—¿Me quieres contar lo de tu madrastra?

—¿Qué quieres saber? —Respondí de inmediato.

—Más de ella, no entiendo porque es así contigo.

Suspire fuerte, no quería recordarla, nombrarla o algo similar, ella me ponía mal, me hacía sentir que no valía nada, y eso estaba mal.

—Ella... —Hice memoria —Ella me odia desde que tengo memoria...

-----FLASHBACK----

—Mi hija tiene su dormitorio en la segunda planta, es el primero, y tus hijas compartirán la habitación que está a un lado, ¿De acuerdo? —Mi padre daba instrucciones a Mara, ella se sorprendió al escucharlo.

—No, no, no, no... Tu hija ya está grande, deberíamos conseguirle otra habitación, en otro lugar.

—¿A qué te refieres? —Preguntaba papá frunciendo el ceño.

—Hace tiempo, cuando venía, me di cuenta que había una habitación al fondo, una bastante bonita...

—No, imposible, mi hija no dormirá ahí, hace frío, y siempre está húmedo —Me defendía mi padre.

—¡Por dios!, necesita madurar, eso le dará carácter —Decía Mara viéndome a los ojos, señalándome de forma despectiva

---- Fin del FLASHBACK ----

—En ese momento mi padre me defendió, y le dejo en claro que yo también era parte de la familia y que no iba a haber preferencias —Bryan escuchaba con atención —Pero...

----FLASHBACK----

—De ahora en adelante dormirás aquí —Mara trasladaba la ultima caja de mis objetos personales a la fría y sucia habitación del fondo, la del rincón, la peor de todas, incluso la más pequeña, mostrando una vez más cuanto me odiaba, y ahora mi padre ya no estaba presente para poder ayudarme.

Estrellas Rotas (Bryan Mouque y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora