Después de dejar nuestras maletas en el hotel, por cierto muy lindo y rustico propio de Milán, salimos los cuatro a caminar por las principales calles de la ciudad, Adam y yo íbamos tomados de la mano con toda tranquilidad sin miedo de que alguien nos viera.
Todas las calles eran similares, ese toque antiguo y elegante en los restaurantes, tiendas e Iglesias. Tome muchas buenas fotografías arquitectónicas fuimos a cenar a una cafetería de estilo muy viejo llena de muebles y cosas muy antiguas, al entrar se percibía el olor a muebles arcaicos pero era acogedora y hermosa, ordene un capuchino caramel y Adam un Mocka, hablamos por casi dos horas sentados junto a una ventana.
Adam solo miraba y reía mientras jugábamos con nuestros dedos entrelazados, todas las bromas y "travesuras" por así decirlo que nos hacíamos entre Eric Char y yo como aventarnos la bolsita del azúcar vacía o cosas por el estilo. La noche y la hora de irse a dormir cada vez se acercaba más y esa guerra de mariposas en mi estómago crecía, era casi el momento de estar a solas con Adam en un cuarto de hotel. Toda la noche. Quería que pasara, eso era obvio, pero yo era una mocosa a lado de él, él era un hombre! Me moría de pena, miedo y emoción. No podía estar segura que pasaría. Pagamos la cuenta mientras Char se desapareció por un buen rato, la tenía que interrogar para saber qué había pasado. Subimos a un taxi que Adam detuvo, hacia más frio que cuando llegamos.
Adam cerro nuestra puerta y al fin nos quedamos solos. Entre el bochornoso silencio camine con naturalidad hacia la ventana a correr las cortinas y solo estaba encendida la luz anaranjada de la lámpara de la mesa de noche.
-¿Y bueno? –me dijo Adam en tono involuntariamente seductor de siempre pero claro, sin insinuarme nada. –¿que sigue dormirás en el sillón cierto? Por qué créeme estoy cansado y esa cama se ve tan... suave... –dijo mientras se dejaba caer de espaldas.
-gracioso! Tú te vas al sillón y yo a la cama... -estaba nerviosa, se notaba en mi tono de voz, era más bajo y más grave.
-claro mi amor era solo una broma, tú en la cama y yo en el sillón –se levantó tirándome un cojín en la cara y quedamos frente a frente, me mordí el labio inferior nerviosa-
-ok entonces corre por tu pijama... y déjame ir a cambiarme bañarme etc... espero duermas cómodo en ese sillón –dije en tono de burla y cinismo-
-si... -suspiro- espero que también duermas cómoda –me dijo en un tono involuntario de derrota, al parecer el esperaba también que pasara algo más. Pero no se quería ver como un viejo vividor aprovechador de niñas. Me sentía niña junto a él. Entre Adam y yo habían pasado cosas, momentos muy apasionados pero nunca habíamos llegado a más, aun no. Tal vez él se detenía por no incomodarme, por verse como un abusivo o algo así, yo jamás lo vería así, yo me detenía por no parecer tonta y cero sexy pues en experiencia él me daba la vuelta. Nos quedamos parados a un costado de la cama en silencio mirándonos y tomados de las manos, sonó su teléfono y al contestar colgaron lo cual distrajo nuestro incomodo silencio, a veces olvidaba que él tenía 31 años por su forma de comportarse con migo, me refiero a cuando se ponía nervioso o al principio cuando siempre quería tratar de quedar bien conmigo y halagarme aunque eso lo lograba con tan solo sonreírme.
-bueno voy por mi pijama, ya es tarde mañana por la mañana nos bañamos quiero decir tú y yo, bueno tú y luego yo – me reí tontamente y vacile y me di la vuelta, la luz tenue de la habitación me tensaba más, entre al vestidor y demonios que era más apropiado para dormir con tu novio siendo quien era el mío, no sabía si una pijama de franela, un short y una playera vieja, o un juego de victoria Secret, bueno lo último quedaba descartado definitivamente, así que traje un short y una playera pero no tan vieja solo un poco agujerada del abdomen. Al salir él estaba perfecto sobre el sofá con un pantalón de franela de cuadritos y sin playera, no era la primera vez que lo veía sin playera pero seguía causando el mismo efecto aturdidor en mí su delgado cuerpo y sus tatuajes en todas partes.
-trae el edredón y acuéstate aquí en el sillón conmigo ¿si? Hace frio –Me dijo con cara suplicante y enternecedora a lo cual no me negué- por cierto te queda linda tu pijama...
-claro! Lo dices por compromiso, sabes que esta horrible...
-No! En ti todo se ve lindo...
-gracias –le dije mientras le besaba la frente y me acurrucaba junto a él en el diminuto espacio del sofá y acomodábamos el edredón entre los dos.
-me gusta estar contigo –me dijo en la solitaria habitación mientras acariciaba mi cabello alborotado con mi cabeza sobre su brazo con el que me abrazaba.
-y a mi contigo... es... increíble... como un hombre como tu... enamorado de una niñita como yo...
-eres más que eso te lo juro, me devolviste la vida, el amor... después de terminar con mi ex novia hace un año... llegas tu llena de vida, de alegría aunque seas una antisocial amargada en la escuela...
-OYE!
-jajá pero conmigo eres tan divertida y alegre! eres lo más lindo, que me ha pasado después de aquello que pase...
-¿fue muy dura tu ruptura?
-algo... pero eso ya no importa ahora estas tu chiquita –amaba que me dijera así me hacía sentir tan consentida, lo amaba-
Se voltio hacia su derecha quedando frente a frente pasando su mano izquierda por mi cintura lo cual hizo que involuntariamente mi playera se alzara y tuviera contacto con mi piel, y después del beso que me dio en ese momento, tan intenso y lento al mismo tiempo, no pudimos parar, simplemente era Milán, eran las 12:00 de la noche, era la recamara con olor a velas aromáticas y la tenue luz de la lámpara sobre la meza de noche, la ventana que daba hacia la ciudad, los foquitos de la ciudad mirándose borrosos entre las beige cortinas, y él estaba arriba de mi besándome sin compasión y yo aferraba mis piernas a su cuerpo y mis dedos a su cabello, mientras él se aferraba a mi cintura y espalda desnuda con sus manos. Todo ocurrió en el diminuto sillón junto a la ventana, y a partir de esa noche quede perdida e incondicionalmente enamorada de Adam, había sido mágico.
Nada podía hacer que me desenamorara de aquel perfecto hombre en toda la extensión de la palabra, al menos eso creía yo.
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¿Que tal? que les pareció el momento romántico de Valeria y Adam? les dejo una fotito de Adam para que se inspiren a leer :3 xD
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Y si...? (Simple Plan)
FanfictionTal vez el hecho de haber crecido completamente en soledad en un convento de Montreal, Canadá, dejó a Valeria con un resentimiento hacía sus millonarios y refinados padres. Es por eso que al entrar a la Universidad comienza a vivir de verdad, fue...