Salió el doctor de la habitación. Después de 5 minutos de lágrimas silenciosas de Chuck, David y yo.
-está a salvo –dijo con un suspiro de alivio- ya no tienen de que preocuparse esperemos despierte pronto pero esta muerte momentánea –me estremecí-no puede volver a repetirse continuamente-
El alivio regreso a mí como si de pronto hubiera respirado un tanque entero de oxígeno puro. No me iba a perdonar perderlo. Si salía de esta no iba a dejarlo ir jamás.
En la sala de espera, finalmente llego Joline, aun estábamos todos decidiendo quien se iba y quien se quedaba, por supuesto yo iba a quedarme, no pensaba despegarme de él ni un solo momento a partir de ese día, fuera en coma o en la realidad no iba a dejarlo solo jamás.
Por supuesto Joline entro de inmediato a verlo, sentí coraje, sabía que Seb me pertenecía, aunque fuera prometido de ella. La forma altanera en la que llego al hospital me molesto, además me vio de una forma en la que sentí que me comía viva.
Después de minutos salió a avisar que iba a quedarse con él en la habitación, que lo amaba que no iba a dejarlo solo. Entendí que ella era su prometida, yo era, nada. Ni si quiera su mejor amiga actual o alguien de su familia, tenía meses de conocerlo y no tenía derechos sobre él. Pero claro que lo conocía desde hace años, desde pequeña, pero ni eso que ya era pasado me daba hoy derechos sobre él.
-me quedo aquí afuera Erick no quiero irme.
-¿estas segura? Me quedo contigo
-no Erick, Frida váyanse el doctor dice que esta fuera de peligro, yo estaré aquí y Joline haya adentro. –David corrió a abrazarme-
-gracias que lo encontraste Val si no... si no... tal vez ahora sería tarde. Si lo amas no lo dejes ir!–me dijo David aun con la voz entre cortada al oído mientras lo abrazaba fuerte-
Erick insistió en no dejarme sola en la sala de espera y me despedí de todos menos de él. Me puse la capucha de mi sudadera negra y me recargue en su hombro, nos quedamos dormidos.
Joline salió y nos despertó casi a las 3:00 AM
-¿paso algo Joline?
-¿por qué te preocupa tanto la salud de MI prometido a ti?
-porque es mi amigo y lo quiero...
-mmm –dijo levantando una ceja y haciendo la boca a un lado- en fin me iré, hace frio y no puedo dormir, él está durmiendo y está estable, mañana temprano, muy temprano regreso. –enfatizo el temprano regreso mirándome-
-Ok Joline cualquier cosa te avisamos, ya estamos aquí ni modo de irnos en la madrugada.
-no puedo creer que lo ame, que se vaya a casar con él y lo deje solo... -le dije a Erick en casi un susurro aun con mi gorro tapando casi la mitad de mi cara-
-ni yo, Val lo amas, te juro que jamás te vi como hace rato... creo ni por Adam te hubieras puesto así... no lo dejes!
-tienes razón, lo amo... -me quede en silencio unos minutos- ay voy a entrar a su habitación no quiero que se sienta solo...
-ja –sonrió con esas sonrisas hermosas de hermano- me quedare aquí afuera por cualquier cosa-
-Erick te adoro, te amo! Que haría sin ti! Eres toda mi familia! –Lo abrace por la cintura como niña pequeña abrazando a su padre-
-ooooh Val, sabes que haría lo que fuera por ti y sé qué harías lo mismo por mí, siempre has estado ahí... -beso mi cabeza y después entre a la habitación de Seb-
-amor volví... te amo no lo olvides, aquí estaré.
Bese su frente y me acomode en el sillón de piel color negro junto a la ventana. Me quede mirando un rato las luces de la ciudad, serena pacifica tranquila, iluminada. Pensando, no sabemos las pesadillas, temores, dolores, que la noche proyecta a nuestro alrededor mientras dormimos, en la burbuja segura de nuestra habitación cubierta con cortinas que no nos dejan ver que pasa allá afuera. Mire a Seb, y desee con todas mis fuerzas estar dormida con el plenamente en plena madrugada, el entre mis brazos y sin heridas, ni golpes. Poco a poco me perdí en cansancio en el incómodo sillón.
Sentía una parálisis en mi pierna izquierda, la cabeza me pesaba kilos, y mi espalda estaba encogida, la luz de la ventana me deslumbraba entre las cuatro paredes blanco-hospital, me enderece tratando de estirarme, bostezando de puro cansancio. Lo segundo que vi después de la ventana y lo blanco de la habitación fue a Seb. Durmiendo, en otra dimensión, estaba ahí, pero estaba lejísimos, tranquilo lleno de paz, sereno, inexpresivo.
-buenos días mi amor! –bese su frente suave, me sacudí el cabello suelto y sentí una sensación de sucio en mi pelo. Entro una enfermera, de unos 40 y algo años, con el rostro amable y reconfortante.
-señorita buenos días! ¿Cómo durmió?
-no muy bien! –Le dije respondiendo su sonrisa-
-¿debe querer mucho a este chico verdad? Solo alguien con mucho amor para dar pasa las noches en el hospital –me dijo mientras ponía medicamentos en las agujas que daban a su mano derecha.
-sí, lo amo. No quiero irme ni un segundo –dije serena, mirándolo-
-debería ir a cambiarse señorita, son las 6:30 AM, el joven estará bien en su ausencia!
-¿cree? Me siento y me veo fatal...
-vaya a cambiarse y descansar, comer algo! El joven pronto estará bien tenga fe!
-espero, ¿sabe?... él no sabe que lo amo... -dije aun serena, mirándolo en los pies de la cama-
-¿cómo que no lo sabe? –dijo en tono tan simpático que me animaba- en cuanto despierte debe decírselo!
-lo hare! –dije apretando los labios en una especie de sonrisa.
Me hice un chongo y Salí de la habitación, Erick estaba en el sillón de la sala de espera, esperándome, el al contrario lucia más dormido y descansado que yo, lo desperté y salimos del hospital en su auto para llegar a casa donde tome un baño tan caliente como pude para revivir mis músculos tiesos y abrir mis ojos aun casi cerrados, al salir tome un jugo de naranja, fue lo único que quise probar, me puse unos jeans y otra sudadera y otros tenis para regresar de inmediato al hospital, eran casi las 8:00 am.
Segundo capítulo de la noche! :)
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Y si...? (Simple Plan)
FanfictionTal vez el hecho de haber crecido completamente en soledad en un convento de Montreal, Canadá, dejó a Valeria con un resentimiento hacía sus millonarios y refinados padres. Es por eso que al entrar a la Universidad comienza a vivir de verdad, fue...