9.- La familia.

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El 24 por la mañana llego el Sr. Uckerman, el chofer, me había olvidado un poco de esa ostentosa vida llena de etiqueta y "elegancia" en la que viví los últimos seis años.

--Buenos días Sr. Uckerman! ¿Cómo ha estado? -le dije sonriente mientras el subía mi equipaje a la cajuela del aún más ostentoso Volvo color blanco.

--Muy bien Srita. Halvorsen un placer volver a verla, ¿lista?

--Lista! -le dije sonriendo de nuevo, si me daba gusto volver a verlo era un hombre optimista y muy trabajador y sobretodo alegre y gracioso.

--Adelante por favor. - me dijo mientras abría la puerta trasera y yo me introducía en esos negros asientos de piel con los que sudaba mucho lo cual odiaba.

Me puse los audífonos y comencé a escuchar It's Time de Imagine Dragos, era mi favorita últimamente, le envié un mensaje de texto a Adam y el contesto que también me extrañaba. El camino de mi departamento a mi antigua casa no era de más de media hora, así que me relaje mirando por la ventanilla observando cada tono de blanca nieve que cubría las calles de Londres, al pasar por el London Bridge casi cubierto de nieve el sentimiento de extrañar a Adam se intensifico y no sabía porque, era bonito ver todo blanco creo que eso me emocionaba y me ponía nostálgica con ganas de abrazarlo, eso, abrazarlo era lo máximo! Olía tan bien! Mi cabeza llegaba a su barbilla y daba esa clase de abrazos que te hacen sentir como bajo una torre que te protege.

Llegamos a South Kensington y Knightsbridge una de las zonas más lujosas, conservadoras y antiguas de Londres, mi vieja colonia.

Después de bajar del carro con la ayuda innecesaria del Sr. Uckerman Salí disparada hacia las escaleras de la entrada, me esperaban así que estaba abierta la puerta, atravesé casi de un salto el vestíbulo, a lado de las escaleras avance tres pasos subí dos escalones y toque en la puerta de madera brillante en el despacho de mi abuelo, en seguida oí decirlo con su fuerte, pacífica y llena de sabiduría voz decirme "adelante querida" entonces no lo pensé y abrí la puerta y corrí a abrazarlo, ese olor peculiar a hierbabuena me hizo sentir como de 10 otra vez, pues en las bolsas de sus suéteres siempre había chicles de hierbabuena y clínex.

Estuve hablando con el casi 15 minutos sobre mi segundo año de universidad y lo increíble que era la Cinematografía y la Fotografía, además de contarle de Eric, Frida, y Charlotte, y de cómo las dos leíamos Harry Potter, creo que estuvo bien que omitiera la parte de que salía con un profesor. Mis padres me llamaron, oí la voz conservadora y llena de amor contenido y reprimido de mi madre "Valeria ven aquí" en el mismo disciplinario tono que apenas recordaba. Salude a mis padres y me sentí bien de haberlos vuelto a ver aunque mi mama no vio en mi lo que ella esperaba.

--Puedes explicarme ¿qué es ese cabello rosa? Solo las mujeres de la calle usan esos tonos Valeria, ¿qué más le has hecho a tu cuerpo? -dijo llena de frustración mientras la miraba con paciencia y mi padre se quedaba callado.

--Mamá es solo la mitad del cabello, solo las puntas! Lo de mas es ahora castaño, creo que me aburrí del rubio, la mayoría de rubias de mi preparatoria eran tontas y además quería cambiar -dije alzando los hombros, desanimada-

Obviamente tuve razón en usar un suéter de manga larga para ocultar mis tatuajes de la muñeca.

Cuando me libre de las exageraciones de mi madre subí a mi ex habitación, todo era tan rosa pastel y blanco, también lila y con mucha luz, desde mi ventana se veía increíblemente la ciudad pues estaba en el tercer piso de la casa, por lo que me quede colgada en la ventana mirando todo tan blanco, era tan lindo. Era triste que en vez de recibirme con un abrazo y un te extrañe me recibiera diciéndome que parecía mujer de la calle siendo que con tatuajes y cabello de color aún era virgen no me alcoholizaba en exceso y no consumía drogas, a diferencia de varias chicas con tonos rubios. Estaba hablando con Adam por teléfono escuchándolo contarme que estaba cocinando el pavo junto con su mama. Un mes con el viéndonos a escondidas y lanzándonos miradas en clase fueron suficientes para enamorarme irremediablemente de él ¿porque lo prohibido atrae más? Entro mi padre haciéndome colgar rápido con Adam.

--con quien hablabas princesa? -hacia tanto que no oía eso de mi padre, se me hizo un nudo en la garganta-

--con nadie pa, bueno si con Eric mi amigo ¿recuerdas?

--El chico flaco de cabello negro no?

--ese mismo pa'

--bueno te estamos esperando abajo para hacer las compras

--ah si ya voy solo me pongo mi abrigo y las botas

--claro, amm Vale? Te extrañe -no lo pensé y me levante del sillón junto a la ventana y lo abrace.

--no le hagas caso a tu madre ella quería verte con trajes de satín medias y cola de caballo o algún corte decente -los dos reímos- pero para mí te vez preciosa y como toda una señorita, me da gusto que estés feliz en la universidad

--gracias papa la verdad es que tú no lo sabes pero esa tela de satín pica mucho y te produce electricidad y no... -hice una mueca de horror- prefiero las playeras de franela que son... frescas holgadas y cómodas.

--y entonces cuando patinas? Usas medias no?

--si pero patinar es mi vida, bueno me encanta y créeme que en esos momentos no me importa las medias además son como más suaves.

--jajá bueno pues creo ahora entiendo más acerca de telas y moda -reímos de nuevo- te esperamos abajo Val -me beso en la frente y salió y me quede sonriendo, tal vez los 50's le habían hecho bien a mi padre aunque aún lucia como un hombre recto y de buenos modales, caballeroso e importante hombre de negocios. Casi no recordaba su voz pero ahora la tendría en mi mente por más tiempo.

Las compras fueron increíbles, y no por comprar si no por el tiempo en familia, mi abuelo mis papas y yo caminamos por las principales calles del centro de Londres sobre la nieve llenos de bolsas, reímos y mis padres se tomaron un tiempo para conocer un poco más de mí, nos detuvimos en aquella cafetería a la que solía ir de pequeña y mi abuelo y yo compramos de esas ricas galletas con chipas de chocolate, me acorde de ese amigo de mi infancia, Sebastien, me daban ganas de verlo y saber que había sido de él, pero era casi imposible volver a verlo él vivía en Montreal, me quede mirándome a través del cristal donde se veían unos mini pastelitos de varios tonos de café mientras contemplaba mi abrigo blanco pero en realidad pensaba en aquel amigo, en Sebastien y si el aún me recordaba. Por ahí aun andaba un robot pequeñito que me había obsequiado cuando niños.

La noche llego y la casa olía a diversos guisados como pavo y pasta, que combinados se hacía agua la boca, la casa estaba adornada con muchas cosas como muñecos de nieve, renos, Santa Claus, el árbol era muy lindo justo al lado de un sillón en la sala junto a una ventana empañada por el calor de la casa y el frio de afuera escribí "Adam" entre corazones y lo tape con la cortina.

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Hola! hoy actualice dos capítulos, espero actualizar en la semana :) es muy navideño lo se, xD pero cuando lo escribí era navidad xD espero les valla gustando, pronto aparecerá más Seb, para los fans de Simple Plan que me leen C:


Y si...?  (Simple Plan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora