Tal vez el hecho de haber crecido completamente en soledad en un convento de Montreal, Canadá, dejó a Valeria con un resentimiento hacía sus millonarios y refinados padres. Es por eso que al entrar a la Universidad comienza a vivir de verdad, fue...
La puerta se abrió como temerosa y lenta, y vi las ojeras y los ojos algo hinchados de la chica del cabello rosa. Otra sonrisa se dibujó sin importarme el dolor. Lucía fatalmente hermosa, ella se había quedado aquí.
-Seb!... hola... -dijo tímidamente- Despertaste! No puedo creerlo no sabes lo feliz que me pone saber que estas bien! ¿Cómo estás? ¿Te duele algo? –Me dijo todo esto mientras se sentaba en mi cama en una orilla- ¿ya te revisaron?
-hola Val! Que gusto me da verte a ti... y bien bueno, dentro de lo que cabe, bien creo aun me quiebro si me muevo pero estoy despierto! –Dije con voz ronca por aun la debilidad-
-no sabes lo que sentí cuando te vi Seb! Tanto coraje y quería matarlos con mis manos quería hacerlos sufrir!... Te juro que fue una pesadilla! –sus palabras llenas de angustia y sinceridad me enternecían tanto! Note la gran, gran diferencia entre la reacción de Joline y la de Valeria, eso me dio fuerzas, Val me quería de verdad-
-ey tranquila... -busque su mano sin quitarle los ojos de enzima- estoy bien Val, ya no pienses en eso por favor, perdón por hacerte pasar por esto... -la cara se le endureció y quito la mirada de mis ojos –
-No me pidas perdón, tu a mí no! Es... tan bonito oírte hablar otra vez!
-soñé contigo...
-¿cómo? ¿Qué?
-en mi sueño no estaba seguro si eras tú pero oía tu voz, oía todo lo que me decías oía decirte que regresara, que aguantara, te oía gritar mi nombre... te oía decirme que me... -no sabía si decirlo-
-¿me oías? ¿Real o solo lo soñabas?
-creo que te oí real! O ¿no decías todo eso?
-si cuando ese aparato se quedó sonando sin pausas y sentía que... -llevo su mano al pecho y no termino la frase-
-si te oí en ese momento –apreté su mano con las pocas fuerzas que tenía- te oí porque también oía el pitido odioso de este aparato y lo oí cuando dejo de hacer pausas...
- Seb esto es increíble! –abrió grandes los ojos para no dejar escapar dos lagrimas que estaban por salir una de cada uno de sus ojos aceituna, sentí tanto amor, tantas ganas de sujetarla tan fuerte decirle que ya había pasado que estaba aquí que estaba bien y que íbamos a estar juntos.
-Me alegro, Joline esta haya afuera, estará muy tranquila de que todo sigue normal y que estarás bien para ella...
-Joline me mintió... me dijo que se había quedado toda la noche, pero quien se quedó fuiste tú!, tú me trajiste, tú me salvaste, tú me hiciste regresar, Valeria ... me amas y yo a ti...
-Seb, no quiero discutirlo ahora, necesitas descansar... -creo se esforzaba por no llorar- si hice todo lo que acabas de decir pero porque te quiero tanto! Te conocí a los 11 tenemos 23, casi 24! Eres mi mejor amigo de la infancia, y por eso es que me quede y por eso te apoyare siempre... -puso su otra mano sobre las nuestras ya sujetadas dejando atrapada mi mano izquierda-
-Valeria te oí! Decías que me amabas! Estoy seguro, oí tu voz, no era una voz de amistad... -dije arrugando la frente y en un tono seco y amargo-
-era... amistad Seb, Joline está aquí y no puedes dejarla sola...
En ese momento entro otra enfermera y le pidió a Val que saliera y ella salió, puedo jurar que llorando. Esto era algo estúpido y doloroso ¿porque no solo aceptaba que me ama sin importar nada ni nadie más? Esto solo nos hacía daño a ambos y también a Joline, porque después de todo ella no era el amor de mi vida, pero me había hecho feliz mucho tiempo y era inocente.
Valeria POV
Los últimos sorbos de mi café se esfumaban, la noche iba cayendo más y más, estaba sola en un Starbucks a dos cuadras de mi departamento, pensaba mirando un punto fijo a través del cristal de la ventana lluviosa, en lo feliz que estaba por que Seb a esas horas debía estar llegando a casa, ya era miércoles, después de esos días horrendos en el hospital. Los chicos le habían preparado una reunión de bienvenida, le dije que tal vez llegaba, al verlo en la silla de ruedas ya vestido listo para salir la mañana de ese día, en unas dos semanas ya podría caminar y seguir su vida normal. Me refiero a que si podía caminar, pero la silla era para evitar fatigas y esfuerzos, además de que su cuerpo estaba lastimado y débil. El remordimiento me torturaba, nadie más que Erick sabían que esto había sido obra de mis padres, así que por ende era también por mi culpa, por haberlo hecho mentirles ese día de la cena ridícula y por haberlo involucrado con mi "familia". Pero ya estaba bien y todo iba a quedar en el pasado, al fin y al cabo cada vez me acostumbraba más a las decepciones familiares y a ese dolor, crecí con él, era parte de mi.
También iba a quedar en el pasado nuestro fugaz amor, Joline ya me había hecho decir y razonar la última palabra.
Tire mi baso a la basura, como intentando tirar con el mis desgraciados sentimientos, me cerré el abrigo, salí del lugar para una caminata en el pavimento mojado por la reciente lluvia. Dude en ir a su departamento a festejar su salud y recuperación pero verlo, me enamoraba más, sin verlo podía mantenerme firme en mi decisión, en cambio viéndolo teniéndolo frente a mí, no confiaba mucho en mí, aveces el corazón le ganaba a mi mente. Decidí entrar a mi departamento y ponerme a trabajar en unas fotografías de un proyecto escolar, así me mantuve ocupada hasta las 12:00 de la noche cuando Frida y Erick llegaron a contarme todo lo ocurrido. Puse atención a medias, me aseguraron que Joline no lo dejaba ni un momento, también dijeron que Seb pregunto por mí.
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