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[ ______ ]

Suspiré antes de entrar a la escuela, comencé a caminar y a sonreír animadamente mientras todos me saludaban y me sonreían, igual que siempre.

Llegué a mi salón y el profesor me miró mal.

—Otra vez tarde, Andrade. –me dijo enojado mientras yo entraba–

—Perdón.

Fui al fondo y me senté con Sofi y Fabri, faltaba uno de mis amigos.

—Quiero que se siente acá a delante señorita Andrade –me dijo el profesor enojado–

Le hice caso y caminé frustrada hasta a delante y me senté al lado de una chica que nunca había visto.
En mi colegio nos tocaba todos los días con alumnos diferentes, no teníamos los mismos compañeros todas las clases.

—Que Lunes tan feo, no? –me dijo la chica y me giré a verla–

Sonreí —Sí, horrible.

—Vos sos ______ Andrade no? –me preguntó con una sonrisa humilde –

—Sí –sonreí orgullosa– vos cómo te llamas?

—Romina –sonrió– me dicen Romi. Un placer conocerte, de verdad.

Me reí —Sí, eso me dicen siempre.

Durante toda la clase me la pasé hablando con ella y conociéndola un poco, era buena onda aunque nada conocida, pero después de todo no podía ser histérica con ella porque iba a decirles a todos que la traté mal, y ni en pedo arruinaba mi reputación.

Me habló de sus amigos, de su novio (estaba muy triste porque él nunca le daba bola), también me contó que sus padres habían muerto, en fin, me contó toda su vida como si a mí me interesara.
Sonó el timbre, todos nos levantamos y ella me saludó antes de irse.

—Vamos a la cafetería –nos dijo Fabri–

Mientras caminabamos saludabamos a todos con una sonrisa.

—Quién era esa mina? Boluda tenía una cara de virgo –me dijo Sofi riéndose-

—Sí, ya sé, pero bueno no la voy a hablar más, quería que se quede con una buena impresión de mí –dije frotándome el pelo-

Entre todos los alumnos que pasaban por el colegio, vi al chico.

El chico ese, el malo. El que me había tratado para el orto, ese único ser humano al que no le caía bien.

  Mariano.

De una forma u otra, me puso feliz verlo de nuevo, muy feliz.
Vi que caminaba hasta las puertas que llevan al patio del colegio.

—Nos vemos después –les dije a los chicos-

Fabri se rió —A dónde vas?

—Esperenme en la cafetería, sí? –me giré y comencé a caminar-

Tenía una sonrisa en la cara y no entendía por qué.

Llegué al patio y estaba vacío, eran hermosos los bancos y el césped verde, era como un paisaje re lindo.

Recorrí medio patio buscando al chabón y lo encontré, estaba sentado en una parte alta que era como un balcón, no podía creer lo que veía.

No tenía vértigo, ni miedo al parecer,porque estaba sentado y con las piernas colgando al vacío de unos 2 pisos de altura. Y estaba fumando.

—Eu –le dije de la nada, provocando que se asuste pegando un salto, entonces me reí– hola.

Se giró de nuevo a mirar el cielo y siguió fumando.

—Hey, te estoy hablando –le dije–

Con todo el miedo del mundo, me acerqué a la especie de balcón que había y me senté al lado de él,  colgando mis piernas y mirando abajo totalmente asustada,viendo como pasaban los autos y eran como hormigas.

—Qué haces acá? –me preguntó aspirando humo del cigarrillo–

—Te vi, y no sé, quise saludarte y ver qué hacías –le dije sonriéndole, era hermoso–

Suspiró de mal humor —Qué querés piba? Me podes dejar en paz?

—Pará, no entiendo qué tenés en contra de mí, eso es lo que me da curiosidad, y quiero que me lo digas.

—A ver, quién te pensas que sos? No tengo tiempo para estar teniendo algo en contra de una pelotudita que vende su personalidad por ser popular, así que no te preocupes. –me dijo enojado mirándome a los ojos-

—Pero... entonces por qué sos así conmigo?

—No me digas "por qué sos así conmigo?" como si hubiéramos hablado antes con la mejor onda, no nos conocemos.

Suspiré angustiada —Deberíamos.

Se rió con mala gana —No, gracias.

—Vos sos así con todos? –le dije enojada y con mis ojos cristalinos, me estaba poniendo mal el chabón-

—Sí. Y no sé quién mierda te crees que sos como para cambiar eso. –se levantó con cuidado y empezó a caminar,y yo lo seguí –

—Mariano, pará ...

—QUÉ QUERÉS?!

—Que seamos amigos, nada más,  caerte bien, igual que a todos, no entiendo qué te hice, te estoy persiguiendo para que peguemos onda y seamos amigos y vos sos re forro conmigo.

Después de lo que dije se empezó a cagar de risa, literal, pero estaba tentado posta, y era lindo verlo reírse, pero no verlo reírse de mí.

—Me das lástima ______. –me dijo y se dio vuelta para empezar a caminar y desparecer por la puerta-

Empecé a llorar, no pude evitarlo.
Había perdido totalmente la dignidad al ir a buscar a ese chabón para que se quede con una buena imagen de mí, y que él me rechace de esa manera fue horrible.
Su personalidad en sí era horrible, y estaba segura de que quería a ese chico a mis pies, necesitaba que esté en mi circulo de amistades, que me hable, que me de bola. Y lo iba a lograr.

BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora