BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITAR

#40

Después de que Lucas dijera eso cerré los ojos y traté de imaginar que no lo había dicho.

—...me gustas desde que te conocí. -dijo cuando vio que yo no le respondía-

Suspiré angustiada y un poco enojada, me levanté rápido de la cama y él hizo lo mismo.

—Pará _____ ¿a dónde vas?

—No sé, quiero irme...

—¿Por qué?

—¡Decímelo vos! -le grité enojada- Qué... por qué me decís eso...

—No quería contartelo así, perdón, se me escapó.

—Pero -suspiré irritada agarrando mi cabeza, respirando aguitada porque de repente sentí bronca-

—Perdón por decirte la verdad -me contestó también un poco enojado- pero es lo que siento, no te puedo ocultar lo que me pasa, ya lo hice por mucho tiempo...

—No podes... -no sabía bien qué decirle- no... no te puedo gustar Lucas.

—Bueno, me gustas, me encantas, desde siempre -me dijo acercándose, se rió cuando vio la cara que puse- no podes enojarte por esto boluda, además no estoy pretendiendo nada, ya sé que tenes novio -encogió los hombros- solamente quería confesártelo.

—Pero somos amigos, es cualquiera que te fijes en mí...

—No es mi culpa que seas tan linda -se rió- digo, perdón... no sé, supongo que no puedo evitar pensar todo el tiempo en vos, tener ganas de estar con vos, de verte, escucharte, extrañarte, necesitarte -suspiró- no lo puedo evitar, ya lo intenté.

Cuando iba a contestarle vibró mi celular.

—Cami -suspiré aliviada-

—Estamos a fuera _____.

—Ya salgo.

Estaba tan incómoda ahí que prácticamente corrí hasta la puerta para salir y Lucas me persiguió.

—Pará, hey...

—Tengo que irme, me están esperando -le dije corriendo el brazo cuando me lo tocó-

—Perdoname, en serio, no te enojes por favor, está todo bien...

—Lucas... -realmente no sabia que decirle- hablamos después.

Me besó la mejilla y abrí la puerta, salí rápido y subí al auto.

(...)

Mariano.

—¿Qué te pasa? -le pregunté a Nahuel mientras miraba la hora (17:40)-

—Luciano quiere que nos vayamos de acá, nos está pidiendo la casa. -me dijo seriamente y yo suspiré estresado-

—La puta madre...

—Mariano -me miró- vamonos, lejos, vamonos del país, como siempre planeamos con Juan. -me interrumpió cuando quise hablar- Es la única salida. Por favor, pensá en que si seguimos acá no vamos a ser libres ni felices nunca... y jugatelá, si nos vamos todos, con las chicas, todo va estar bien y mejor que nunca, por primera vez.

Fue todo muy rápido, como yo siempre lo había imaginado. Un escape fácil, una salida y por fin vivir tranquila y normalmente.

Y ahí estabamos, Nahuel y yo planeando todo y empacando todas nuestras cosas, preparando toda la plata que teníamos guardada y hasta llamando a aerolíneas para saber cuál era el vuelo más cercano con destino a Colombia.