BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITAR

#23

Dedicado a @TabaNovelas
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Inmediatamente le seguí el beso, era algo que los dos necesitábamos muchísimo así que movíamos los labios con desesperación, tratando de sacarnos todas las ganas y demostrando (por lo menos yo) el amor que le tenía, era todo muy lindo para ser real.

Me tenía de la cintura y yo del cuello, me levantó del piso sin dejar de besarme y se sentó en el sillón subiendome arriba de él.

Nos íbamos a quedar sin aire así que paramos pero no nos alejamos mucho.

—Te amo –me dijo respirando agitado y agarrandome de las mejillas–

Lo miraba sin poder creerlo y también respiraba agitada, lo volví a besar y lo solté.

—Yo te amo más, te amo mucho –le dije sonriendo– no te imaginas cuantas veces me imaginé esto Mariano...

—Yo también –se rió y me besó– me terminaste ganando y... me terminaste enamorando _____…

Volvimos  a besarnos y me acariciaba toda la espalda y la cintura.

—Te amo _____, te amo…

Sentí que alguien me movía y no era Mariano, la vista se me nubló.

—_____, despertate, _____!

Abrí los ojos y vi a mi mamá, me di cuenta de que estaba en el sofá acostada y había estado durmiendo, todo había sido un sueño.

—_____ –me dijo mi mamá re triste y me abrazó– dónde te habías metido hija? No sabes lo preocupada que estaba. Qué te está pasando últimamente?

Pero yo no podía ni responderle de lo deprimida que estaba y todavía estaba asimilando todo.

—Mamá... em, t-tengo sueño, hablamos después...

—No, no, contestame! Te pasa algo? Querés que vayamos con algún psicologo?

—No, estoy bien –me levanté y caminé hasta mi cuarto mientras ella me seguía– por favor, te prometo que mañana hablamos.

Le cerré la puerta en la cara y me puse a caminar por mi cuarto agarrandome la cabeza, volviendome loca después de todo lo que había pasado.

Pasaron unas horas y supe que mi mamá ya estaba dormida.

Estaba muy deprimida pero mas que todo enojada, así que quería salir a hacer algo para despejarme, no me importaba nada después de todo.

Me cambié y salí, pude salir de mi casa sin que mi mamá me escuche, caminé rápido por las calles oscuras y cuando pasé por el frente de un bar me choqué con alguien.

Cuando el chico levantó la vista lo reconocí al instante, esos verdes azules y el pelo castaño claro, era Matias. Los que estaban a su lado eran Sofi y Fabri.

Me encontraba ante mis ex-amigos.

Ninguno sabía cómo reaccionar así que nos quedamos todos callados.

Por mas pelotudos que sean, ellos habían sido mis "mejores amigos" por años, y se daban cuenta cuando yo estaba mal.

Sofi se acercó a mí y me abrazó fuerte, no me soltó hasta que yo la abracé también, después me abrazó Fabri y después Matias. Tenía que admitir que los había extrañado mucho.

—No podemos estar sin vos ni vos sin nosotros –me dijo Mati–

Sonreí.

[Mariano]