BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITAR

#17

Dedicado a @TheCreatureCreepy 
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No pude ni reacciónar porque ya me había agarrado del pelo y me llevaba a fuera de mi cuarto.

—Caminá, dale, dale –me decía agarrandome fuerte del pelo y apuntándome con el arma en la cabeza–

Mi mamá salió de su cuarto y gritó cuando nos vio, empezó a llorar mientras él se acercaba a ella y básicamente le pedía plata.
Me tenía a mí para extorsionarla y que ella lo guíe hasta el cuarto de ella.

Yo estaba callada mirando todo, estaba muerta de miedo, sentía que en cualquier momento me disparaba.

—Dale, la puta madre!!! Abrí la caja!!!

Se refería a una caja fuerte que mi mamá había sacado y estaba temblando mientras trataba de abrirla.

El hombre le dijo que ponga todo en una bolsa y mi mamá le hizo caso. Cada vez que él le decía que se apure me pegaba mas la pistola en la cabeza y a mí se me aceleraba el corazón.

En el momento en que él ya se estaba llendo con la bolsa de plata en la mano y nos apuntaba para que no nos movieramos, vi que Lucas lo empujó y el hombre cayó en el piso, se levantó y le pegó una piña a Lucas para volver a tratar de irse.

Corrí hasta Lucas para ayudarlo y escuché que un auto se frenaba en nuestra casa.

Mi mamá (que estaba sufriendo un ataque de nervios) llamó a la policía mientras yo salía a fuera.

Nunca me imaginé salir y encontrarme con Mariano cagandose a piñas con ese hombre.
No sabía qué hacer pero caminé hasta ellos y en un momento Mariano le pudo quitar el arma y lo apuntó.

—Pará hijo, pará por favor, no podes...

A Mariano le temblaba la mano y escuchamos las sirenas de la policía, el hombre se levantó del piso rápido y se fue corriendo por los campos infinitos que había ahí al lado de mi casa, Mariano corrió para perseguirlo y yo lo perseguí a él. No quería que mate o le haga algo a su papá.

Mariano corría muy rápido y casi lo perdía de vista hasta que agarró a su papá y empezó a pegarle, para volver a ponerle el arma en la cabeza.

Cuando llegué corriendo hasta él vi que el hombre lo estaba hablando tratando de sensibilizarlo y Mariano le volvió a pegar una piña y siguió con el arma en la cabeza de su papá.

—Pará Mariano...

—Vos salí de acá! Andate! –me contestó y escuché su voz quebrada–

Otra vez escuchamos las sirenas y el padre de Mariano se desesperaba, empujó a Mariano y él empezó a llorar sin dejar de apuntarle pero no disparaba nunca, al parecer no podía.
El hombre se fue corriendo y Mariano tiró el arma al suelo totalmente enojado y siguió llorando desesperado.

Se dio vuelta y me miró, puso su cabeza en mi hombro y siguió llorando como un nene.

Yo lo abrazaba y le acariciaba el pelo, me partía el alma verlo así.

—Estoy harto –me decía sollozando– estoy harto de mi viejo, de todo lo que me pasa, de mi vida ...n-no me merezco esto ______, por qué me pasa todo esto a mí?

Estuvimos así un rato hasta que se tranquilizó un poco y yo le besé la frente.

—Tranquilo, yo estoy con vos –me alejé un poco y le agarré la mano– vamonos de acá.

Caminamos en silencio y sin soltarnos hasta mi casa, donde estaba la policía, mi mamá, mi primo Julian, y Lucas.

—Vení conmigo, por favor. –me dijo abriendo la puerta de su auto–

—Pero... –un policía se acercó a mí–

—Señorita tiene que venir a declarar con su mamá.

—Em, nos vinieron a robar, nada más.

—______ vení acá ya –me dijo mi mamá enojada y viendo a Mariano–

Lucas y Julian miraban todo entretenidamente.

Lo que hice fue subirme rápido al auto de Mariano y él empezó a conducir rápido.

Suspiré —Pobre Lucas.

—Qué pasa con Lucas? Por qué estaba ahí? –dijo limpiándose las lágrimas con un pañuelo–

—Ibamos a salir.

—Qué? Por qué? A dónde?

—No importa, me podes contar qué hacías en mi casa?

Suspiró —Estaba persiguiendo a mi viejo y cuando vi que se metió a tu casa casi se me sale el corazón, así que me quedé a esperarlo, y después vi a Lucas pero él no me vio... y... o sea, por qué saldrías con Lucas? no entiendo.

—A dónde estamos yendo?

—A un lugar. Voy  siempre cuando estoy estresado.

Cuando frenó el auto nos bajamos y miré todo. Era un descampado lleno de piedras y césped verde, se veían todas las estrellas como si las tuvieras a un centímetro de distancia.

Mariano sacó del baúl una manta o algo así y la tiró en el césped, se acostó y se quedó mirando arriba. Yo hice lo mismo y me acosté al lado de él, lo miré y me di cuenta de que estaba relajado y tranquilo.

—Ya sé que soy lindo pero dejá de mirarme, me molesta.

Me reí fuertemente y él sonrió.

—Y... emmm... o sea ya sé que es una boludes pero por favor no le digas a nadie que me viste... o sea que yo estuve... llorando y eso.

Sonreí —No seas tonto, obvio que no le voy a decir a nadie.

—Gracias. –me miró a los ojos–

—Ya estás mejor?

Sonrió —Sí. Sabés una cosa?

—Qué?

—Desde que entraste a mi vida dejé de sentirme sólo.

Yo  no le decía nada, no quería confundirme más después de todo lo que había pasado.

—Te quiero ______.

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Hola kids ahre
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pao.