BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITAR

#54

Tranquilx, no es un sueño, ni una ilusión óptica, estás viendo y leyendo bien; Es un capítulo de Bad Boy.

En mi perfil había explicado mi ausencia así que vayan ahí, por acá les digo que lxs amo y les agradezco por seguir fieles a este fic después de tanto tiempo.

Quedan muy pocos capítulos pero bueno al fin voy a darle un final y un cierre definitivo a esta historia, espero les guste y disfruten de lo que queda.

Les mando un abrazo enorme y les dejo el capítulo y la continuación más esperada por toda Latinoamérica únida.

(...)

[ ____'s pov ]

Había pasado una semana desde que estabamos todos viviendo juntos, encerrados en la casa de Sofritti.

La verdad es que me estaba volviendo loca al no ver resultados ni indicios de un plan de escape, pero las esperanzas que me daba Mariano me tranquilizaban.

Él estaba confiado, se notaba que estaba segurísimo de que nos iba a salir todo bien y nos ibamos a poder ir todos de Argentina.

Por otro lado mis amigos estaban casi en la misma, pero le ponían onda. Cami todavía estaba indignada con Juan por ocultarle su muerte y no quería participar en ninguna de nuestras charlas en las reuniones que teníamos porque estaban Juan y Lucía.

Pero la verdad y en resumen; Es que estabamos bien. Al menos estabamos vivos y eso bastaba para la situación en la que mi novio y su equipo se encontraban, tenían que agradecer no estar tras las rejas.

—Bueno, empecemos. —Me dijo Mariano acomodando la bolsa de box.— Pero dame un beso primero.

Durante la semana Mariano me había estado entrenando con clases de boxeo y también me estaba enseñando a disparar diferentes tipos de armas. Él me lo había propuesto y yo le dije que sí, era obvio que lo necesitaba, estando en la situación en la que estabamos no podía estar esperando que en algun operativo Mariano o alguno de los chicos me salve, yo tenía que aprender a defenderme sola.

—...Dale boludo. —Me reía en sus labios cuando Mariano me tenía de la cintura y no dejaba de besarme.

Se rió conmigo y me soltó, me dio un último beso y se puso en posición, yo lo imité y sonreimos.

—Te dije que los codos y las piernas así, amor... —Me dijo acomodando mi posición y separando un poco mis piernas una tras la otra.

—Y la cabeza inclinada. —Lo interrumpí.— Perdón, me olvidé.

—Tenés un cero por boluda.

—Callate gil. —Me reí.— Dale, empecemos.

Nos pusimos en posición y empecé a pegarle despacio, Mariano me gritó que le pegue más fuerte mientras se defendía con sus ágiles movimientos y yo intentaba pegarle piñas o patadas altas, nos moviamos muy rápido.

Pasamos una hora ahí, me sentía tan bien, me divertía bastante, pero sentía que pelear a las risas con Mariano no era lo mismo que enfrentarme a tipos armados que me quieran matar, era obvio que cuando llegue el momento me iba a olvidar de todas las clases que Mariano me dio y me iba a mear en los pantalones.

—Re bien boluda. —Se reía Mariano inclinandose sobre mí cuando yo me tiré en una colchoneta.— Casi casi tan bien como yo.

—¿En serio? —Ironicé recuperando el aire y sacandome los guantes, estaba agotada.