BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITAR

#35 [Maratón 2/2]

—Un contrabando contrario al de nosotros agarró a la hija de un compañero y amigo de nuestro trabajo, tenemos que ir a buscarla. –me dijo Nahuel resumiendome todo– Y no es algo fácil que digamos, es muy peligroso.

—Pero si ella está conmigo cerca o con Mariano no le va a pasar nada –les dijo Cami rogándoles–

—No, dije que no. –Mariano dijo eso y se sentó–

—¿Querés venir con nosotros, _____? –me preguntó Juan–

—Em, sí...

—Te van a matar en dos segundos ______ –me gritó Mariano enojado– aparte no quiero meterte en esto, vos no sos así.

Nahuel le dijo a Mariano que yo tenía que ir para entender mas o menos a lo que ellos se dedican en ocasiones, empezaron a discutir y yo seguía sin entender mucho.
Hasta que finalmente convencieron a Mariano para que yo vaya con ellos, sinceramente no sabía lo que me esperaba pero sí me lo imaginaba.

—Juan y yo vamos a buscar a los chicos y calcular un poco dónde está la plata que robaron –nos dijo Nahuel en tono de líder– , vos Cami andá a buscar a Magui para que se encarguen de sacar información sobre estos pibes y después nos la pasas, y Mariano, vas a ir a buscar las cosas que dejamos la última vez en casa de Marcos, y bueno obviamente la llevas a ______. A las seis en punto o en cuanto terminen nos juntamos en casa de Soffrit y vemos qué pasa, ¿entendieron?

—Sí. –le respondieron todos menos yo–

Cami anotó en un papel unas cosas y se lo dió a Mariano.

Hablaron de cosas que no entendí y empezaron a irse todos, Mariano preparó una mochila y un bolso, me agarró de la mano y caminamos hasta la puerta, salimos y nos subimos al auto de Juan.

Empezó a manejar y se lo notaba enojado, yo estaba nerviosa.

—¿Está todo bien? –le pregunté–

—No –me dijo sin mirarme– , no quiero que hagas este tipo de cosas, no va con vos, no quiero que te conviertas en alguien que no sos.

—Pero si no voy a hacer nada...

—Eso decís, en el momento en que alguien te quiera atacar, algo vas a tener que hacer.

No supe qué decirle y después de unos minutos me habló.

—Solamente te pido que no te alejes de mí, y que no tengas miedo.

Asentí con la cabeza y el frenó el auto en un lugar que parecía vacío, excepto por una casa roja que había ahí.

Mariano se bajó y yo hice lo mismo, sacó los bolsos que había traído y caminó hasta esa casa, lo seguí y cuando llegamos abrió la puerta.

Mientras sacaba una llave y abría la puerta me miró.

—Aunque... sí me ilusiona un poco que seas como yo, no sé, que sepas un poco de las cosas que hago y te unas a nosotros, pero no me parece bien. –me dijo y abrió la puerta–

Entramos y cerró la puerta, prendió las luces y me sorprendí, no era una casa, eran cuatro paredes que parecían de metal y tenían un montón de armas colgadas en ellas, de todos los tamaños y formas, también había cuchillas y esas cosas, nunca había visto algo así en mi vida.

Suspiré viendo todo —¿Se supone que esto venimos a buscar?

—No, ojalá pudiera llevarme todo esto, venimos a buscar las nuestras.

Caminó hasta donde habían algo así como casilleros de metal pero tenían luces que decían "inserte clave" y sacó el papel que le había dado Cami, fue anotando todo hasta que se abrió, y vi que adentro habían armas demasiado grandes.