BAD BOY [Mariano Bondar] | SIN EDITAR

#36

[Mariano]

Me levanté como pude, el tipo de seguridad estaba tirado en el piso, al igual que Juan, se habían disparado al mismo tiempo.

Mi hermano estaba perdiendo muchísima sangre y mis ojos empezaron a cristalizarse cuando vi como él intentaba hablarme o respirar, y no podía.

—Juan –me arrodillé a su lado y lo agarré de la cara– Juan... Juan mirame –le grité y empecé a llorar– resistí, ya llamamos a alguien, aguantá hermano... ¡Nahuel ayudame! ¡Llamá a alguien! !_____, hagan algo loco! –les decía llorando y ellos me miraban como si supieran que ya no se podía hacer nada–

—Mirame hermano –le dije sin soltarle la cara– por favor resistí, quedate conmigo.

Escuché su suspiró y me miró, dejó caer su cabeza para un costado, quedándose inmóvil.

—¡JUAN!

Puse mi cabeza mi cabeza en su pecho y seguí llorando.
Nahuel se arrodilló para abrazar a Juan y llorar desesperadamente.
Era inexplicable el dolor que yo sentía, no quería soltar a mi hermano, no podía creer lo que estaba pasando.

—Escuchame –me dijo Nahuel llorando y yo negaba con la cabeza mientras abrazaba a Juan– , Mariano por favor mirame, tenemos que irnos de acá urgente, ayudame a llevar a Juan al auto, Mariano por favor...

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Tenía la boca tapada mientras lloraba y miraba toda la escena, no podía creerlo.

Nahuel se paró y habló por teléfono unos minutos, quise acercarme a Mariano pero Nahuel me hizo una seña diciéndome que no, y tenía razón, tenía que dejarlo.
Nahuel se acercó a mí sin dejar de llorar.

—Tenemos que irnos de acá antes de que llegue alguien, andá a buscar a Cami y Magui, ya llamé a mi amigo para que venga a buscarlas, esperenlo a fuera, nosotros vamos en el auto de Juan.

Sollocé —¿Y qué le digo a Cami?

—Solamente decile que se tienen que ir urgente y vayan a esperar el auto a fuera _____, yo después me encargo de decirle, vayanse, ya mismo. –nos dijo a mí y la hija de Sofritti–

Las dos empezamos a caminar hasta el patio en donde estaban las chicas, yo traté de calmarme y dejar de llorar para que Cami no se de cuenta de nada. La chica me iba diciendo que se sentía culpable porque todo el operativo había sido por ella.

Cuando llegamos al patio Magui y Cami me abrazaron.

—Que bueno que estas bien –me dijo Magui– estábamos re preocupadas.

—Sí, bueno veo que ya tenemos a la chica –me dijo Cami–, ¿nos vamos?

—Sí –suspiré y las agarré cuando vi que caminaban para ir hasta el pasillo– pero no por la puerta principal, vamos por acá, Nahuel me lo pidió, y dice que ellos van a ir en el auto de Juan, a nosotras nos lleva un amigo de él, tenemos que esperarlo a fuera.

Abrimos las rejas y salimos, esperamos dos minutos y vino un chico en un auto, todas nos subimos y él arrancó.

—Hola Cami –le dijo el chico– ¿les fue bien?

—Sí, por suerte estamos todos bien, fue mas fácil de lo que pensé.

Tenía un nudo en la garganta pero me contuve, cuando llegamos a la casa del hombre, la primera en bajarse fue esa chica la cual ni siquiera le había preguntado su nombre, pero era la que habíamos ido a rescatar, vio su casa y fue corriendo a abrir la puerta y entrar.