12. (1/2)

9.3K 775 18
                                    


No pude hablar con Ian ayer en todo el día porque cuando iba a su despacho siempre estaba ocupado o ya se había ido a casa.

Intenté recordar, por vigésimo novena vez, qué pude haber dicho o hecho que le molestara hasta el punto de evitarme durante días.

No era normal que estuviéramos tanto tiempo sin hablarnos porque, vale que ambos éramos muy orgullosos, pero entre nosotros siempre fuimos más permisivos y no pasábamos de unas cuantas horas peleados, como fue el caso el otro día cuando...

¡Las notas!

Joder, soy estúpido, ¿cómo no me di cuenta antes?

Ian debería de estar molesto, de nuevo, por las notas.

Si no recordaba mal, cuando hablamos del tema, me había dicho que entendía mi situación pero que seguía molestándole, aunque no me había dicho un porqué.

Suponía que hoy tampoco vendría a buscarme, así que salí del despacho de nuevo y, cuando le di al botón del ascensor para bajar a la entrada, Ivy entró conmigo en el ascensor.

Genial, pensé con un bufido.

-¡Hola! -Exclamó poniendo unas carpetas contra su plano pecho y subiéndolas, intentando que tener algo de bulto donde no tenía.

-Hola. -Miré a otro lado con las manos en los bolsillos.

-¿Te pasa algo con Ian? -Preguntó curiosa.

-No, ¿por qué? -Mentí porque sabía que solo preguntaba para cotillear y decirlo por la empresa.

-Se ven distantes y eso que son tan cercanos. -Me encogí de hombros mirando la pantalla que indicaba los pisos.

¿O era yo, o parecía ir más lento hoy?

-¿Quedamos el sábado? -Preguntó de repente con una voz más chillona de lo normal.

-No. -Las puertas se abrieron y salí.

Sinceramente, hoy no estaba de ánimos para aguantarla. Bastante tenía con el infantilismo de Ian al enfadarse por esta tontería.

¿Por qué no podía alegrarse por mí?

Yo me había alegrado por cada chica que él había tenido -aunque casi ninguna fue una relación seria- y para una de las pocas veces que alguien se interesaba por mí, se comportaba así.

Despegué la nota y me senté, pero en vez de leerla según la tuve, me arrastré un poco hacia abajo en la silla jugando con ella entre mis manos.

Me volví a sentar bien cuando la camarera se acercó con el café sin siquiera preguntar pero la chica ya sabía lo que iba a pedir, así que no me importó eso y, ahora sí, leí la nota.

Ella trabajaba también por las tardes y vio a Ian

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ella trabajaba también por las tardes y vio a Ian...

Espera, ¿cómo que vio a Ian y se acercó a hablarle?

Releí la oración varias veces intentando comprender la situación.

"El punto es que ayer vi a tu amigo en el centro comercial, porque trabajo ahí por las tardes, y me acerqué a él para preguntarle por ti."

Ian ya sabía quién era la chica de las notas.

Seguí leyendo y mi ceño fruncido junto a mi enfado, solo creció.

¿Le había gritado? ¿Pero quién coño se creía para hacer eso? ¿Cómo que estábamos enfadados por culpa de ella? Yo no había estado enfadado con nadie hasta ahora.

Me terminé el café de un trago y, dejando el dinero para pagar por él, me levanté muy molesto con la nota en la mano.

Ian me iba a oír ahora sí o sí.

Su chica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora