Donde un hombre empieza a recibir unas extrañas notas pegadas a la silla de la cafetería de siempre.
¡ATENCIÓN!
No es necesario haber leído "su hombre", que la puedes encontrar en mi perfil, para entender esta historia, ya que esta es paralela a esa...
Mierda, otros tantos días sin saber de ella y sabía que había sido por el abrazo que me dio Ivy hacía ya 3 días.
Ian me dijo que cuando vio a la chica de las notas, ella le había gritado que porqué la había dejado seguir con las notas aquel día si yo ya tenía a alguien, que eso solo era humillarla.
Mi amigo le explicó la situación y yo ya volvía a tener una nota en mi silla de la cafetería.
-Qué tonta es. -Murmuré riendo leyendo la nota.
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En ella decía que se había sentido estúpida por haberse puesto de aquella manera al no saber del acoso de Ivy hasta que Ian le explicó la situación.
También había escrito que yo no me separé de Ivy, aunque sí lo hice, pero suponía que ella ya había salido corriendo y no había visto eso, solo el abrazo.
-Oh, oh... -Miré a Ian. -¿Has dicho "qué tonta es"? -Me encogí de hombros.
-No sé. ¿Lo dije? -Asintió.
-Definitivamente, te gusta. -Me volví a encoger de hombros.
-Puede. -La chica llegó con nuestros cafés.
-Gracias, Katie. -Ian le guiñó un ojo mientras dejaba los pequeños platos frente a nosotros.
-De nada, Ian. -Dijo ella riendo y yéndose.
-Espera. -Ian agarró su mano y ella volvió. -Él es mi mejor amigo, Néstor. -Me señaló. -Ella es Katie, la chica de... Juice. -Asentí y le tendí la mano.
-Encantado, Katie. -Estrechó mi mano y me di cuenta de que la suya era bastante pequeña pues tuvo que agarrar la mía con las dos.
-Igualmente, Néstor. -Se rió y se disculpó porque habían llegado clientes.
-¿Qué opinas de ella? -Me preguntó.
-Sinceramente, tú también tienes mucha suerte. Es muy guapa. -Asentí y él solo sonrió.
-Admite que tiene un buen cuerpo, también. -Señaló a la chica con la cabeza.
-Lo admito. -Miré un poco más abajo de la espalda de la chica. -Lo admito. -Volví a decir mirando a mi amigo y ambos reímos. -Aunque creo que esta conversación ya la hemos tenido. -Se encogió de hombros.
-Nunca está de más mirar a una chica bonita. -Asentí dándole la razón bebiendo el café.
