¿Nervioso?
Nervioso era poco en comparación a como me encontraba.
Estaba hiperactivo, no podía estarme quieto.
Me sentía como un niño el día de navidad por ver su tan esperado regalo debajo del árbol.
Por otra parte, no sabía qué pasaría con nosotros. Al principio me gustó, me gustó muchísimo y llegué a enamorarme de las notas...
En todas las historias tenía que haber un pero y ésta no era la excepción.
Pero, por otro lado, estaba Katie.
Sí, ella.
La camarera de Juice, la chica de pelo azul, de vaqueros rotos o desgastados, de botas negras.
La chica pequeña que parecía un peluche y no querías dejar de soltar.
La chica malhablada pero adorable a su manera.
La chica del inocente rubor.
No sabía qué hacer, estaba claro que iba a conocer a la chica de las notas solo por curiosidad, por saber cómo o quién era y ya vería que pasaría, pero ahora también estaba Katie.
Por una vez, mi cabeza no sabía qué hacer y le estaba dando toda carta blanca a mi corazón para que él hiciera lo conveniente.
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Su chica.
Short StoryDonde un hombre empieza a recibir unas extrañas notas pegadas a la silla de la cafetería de siempre. ¡ATENCIÓN! No es necesario haber leído "su hombre", que la puedes encontrar en mi perfil, para entender esta historia, ya que esta es paralela a esa...