Capitulo 5: Un mundo irreal.

106 5 0
                                    

Hay cosas que no entiendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hay cosas que no entiendo...y desgraciadamente me dan miedo entender. Siento que si busco y busco esa respuesta que tanto anhelo... terminare arruinándolo todo... deseando no haberla buscado en un principio y haber dejado todo como si fuera un mito. Porque luego de saber si eso es verdad o no, se complica. Por ejemplo; si es verdad, duele. Ya que todo el mundo espera que toda noticia mala sea mentira para...para no dañarnos. Y, si es mentira, decepciona. Porque esperábamos poder tener razón en algo y por fin poder decir "Te lo dije" o "Lo logre".  En cierto modo por eso mismo es preferible dejar lo que uno no puede saber, así. Como un mito. Y luego esperar hasta que alguien más lo busque o esperar hasta enterarnos sin necesidad de buscarlo nosotros mismos, porque así podemos decir que todo fue por el destino que quiso que sea de esa manera. Que quiso que te decepcione o que te duela. Claro está, que es depende la duda y la curiosidad de cada uno.

A lo que voy con todo esto es que mi cabeza quiere meterse en la de Went. Quiere saber absolutamente todo, entre ellos, porque las cosas son así de mágicas. Si esto es algo positivo para mi o para todos. ¿Porque yo?, eso también es algo que me gustaría saber. Pero...es imposible hablar con alguien que tiene siempre su cabeza en otro mundo y que cada vez que le preguntes algo cambia el tema.

Otra cosa que me tiene desconcertada es el lugar en donde me encuentro. Tal vez no conozca del todo california...pero no recuerdo haber visto un bosque tan lindo y perfecto cuando con Camilo y Luz dimos un recorrido.

—¿Me dirás dónde estamos?.— Negó lentamente con su cabeza.— Esto es un secuestro.— Una pequeña sonrisa ladeada salió de sus labios. Giró su cabeza capturando mis ojos marrones en los suyos.

—Si fuese un secuestro, hubieses huido.

—Tal vez quiero quedarme.— Eleve mis hombros.

—¿Así?.— Asentí.— Así que... dime una cosa, Tamara.— Apoyó su hombro derecho en la baranda quedando todo su cuerpo frente al mío.— ¿Confías en mí?.

En blanco.

Así, quedo mi mente.

¿Confió en él?, no. Nunca confiaría en alguien que se atrevió a invadir mi privacidad, alguien que se atreve a aparecer en mi casa como si nada, alguien que me busca a mi como si fuera una persona peligrosa que en un pestañear de ojos puede acabar con quien quiera. El sentido de todo esto es que Went nunca demostró indicios de que pueda confiar en el. Es tan seco que apenas logró descifrar cuál es su estado de ánimo pero ahora, ¿Como se le dice a alguien que te llevo a un lugar que no conoces, que no confías en el?. Puedo ser directa y decirle sin rodeos que no pero no se como va a reaccionar, tal vez me deje varada en medio de este lugar y váyase a saber como puedo volver a casa.

A la mierda todo.

—No.—Dije decidida.—¿Dónde estamos?.— Desconecte nuestras miradas y apoye ambos codos en la baranda mirando hacia arriba todas las copas de los árboles. A lo lejos se podía ver una especie de castillo gris que da escalofríos solo verlo.— Oh mejor dicho...¿Dónde está mi anillo?.— Sus ojos se abrieron por sorpresa unos segundos pero luego actuó indiferencia.— ¿Que? ¿Creíste que me olvidaría? Se que algo hiciste la mañana en la que estábamos en mi cocina. No se que. No me interesa saberlo tampoco. Pero lo que si quiero... es que ya mismo me devuelvas lo que no te pertenece porque juro Went, que esta sera la ultima vez que hablemos. Y se que es una amenaza infantil, pero no se porque siento que eso a ti no te beneficiaria. Recordemos que el primero que comenzó todo esto fuiste tu...no yo.— El silencio volvió a invadir el ambiente. Sentí la mirada potente de Went en mi, pero yo aun seguía viendo al horizonte.

Siendo Otra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora