Capitulo 19: Abuelos.

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Estuve toda una semana consumida en mis pensamientos

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Estuve toda una semana consumida en mis pensamientos. Se que me metí en un gran lío cuando hice que Max volviera a ver mis ojos, es la segunda vez que pasa y si él tenía sospechas de algo sobre mi, creo que ya las confirmo. Pensé en muchas cosas estos días, principalmente en mi hermana. Todavía me ronda en la cabeza cuando ella hizo algo para que yo pueda despertar el día que hice mi preludio, tampoco puedo sentir cuando está cerca o sus emociones,  y ya tengo todo bien entrenado como para decir que me falta practica. No quiero que se meta en esto, pero tambien se que tarde o temprano el preludio lo va a hacer, estando sola o no, recuerdo cuando Damia y los chicos me dijeron que es algo natural y es mejor hacerlo antes con alguien, que de la nada a la fuerza. Quiero ayudarla, pero no quiero que los otros se involucren, mientras yo vaya aprendiendo le enseñare a ella también. Por otro lado, obviamente, Went fue parte de mis pensamientos esta semana también. No se como hace para aparecer justo cuando lo necesito, hasta cuando se metía en mi casa los primeros días, sin ser invitado, aparece justo cuando yo no estaba bien. Ha él si lo siento, pero no completo.

—Amiga, ya me voy.— Pegue un salto de mi cama y me puse de pie. Gy está terminando de acomodar unas cosas de su cartera. Lleva el cabello recogido a un lado y un enterizo de seda con flores.

Estoy orgullosa de lo hermosa que es mi mejor amiga.

—Me vas a hacer mucha falta.— Murmuré y la abrace al instante.

—Y tu a mi.— Se rio ligeramente.— Pero los exámenes ya terminaron y tengo que volver o sino mi tía me va a matar.— Sonreí sobre su hombro.

—¿Vendrás en las vacaciones?.— Me aleje un poco de ella para mirarla a los ojos.

—Por supuesto.— Una bocina se escucho afuera y mi estómago se revolvió.— El taxi ya llegó.— Anuncio como si no se hubiese escuchado lo suficiente. Baje mi mirada al piso, no quiero que se vaya.— Hey ¿recuerdas lo que hablamos?.— Me quedé en silencio mirando el suelo.— Tamara ¿lo recuerdas?.— Luego de unos segundos asentí. Claro que lo recuerdo.— Entonces no te caigas, y si lo haces, vuelve a ponerte de pie. Eres más fuerte que todo eso.

—¡Gabriela!.— Papá grito de abajo provocando que nos separemos por completo.

—No olvides de llamarme y contarme todo lo que vaya sucediendo.—Beso mi mejilla.— Ya cuando aprendas a manejar bien todo puedes venir a visitarme.— Nos reímos .— ¡Adiós, te amo!.— Dijo y salió por la puerta.

—¡Yo a ti!.—  Grité lo suficiente para que escuche.

Aproveche lo suficiente esta semana para pasarla con Gabriela antes de que llegue este día. Por fin pude dedicarme todo el tiempo a ella desde que llegó. Le pedí perdón tambien por estar desaparecida estos días y por todo lo que paso, pero ella solo respondió que me entendía y que no pasaba nada.

—Hey.— Luz entro a mi habitación y se acostó en la cama conmigo.— ¿Por que no la acompañaste?

—Tengo entrenamiento, aparte no quiero ver como sale el avión y todo eso.

Siendo Otra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora