Capitulo 6:Puerta en puerta.

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Ver a Went así de lastimado es

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Ver a Went así de lastimado es...fuerte, la verdad que no hay palabras. Igual, tampoco digo que verlo así siento como dagas se clavan en mi corazón, no, paremos el carro. Simplemente verlo tan débil y relajado saca todo lo tenebroso que piensas que tiene cuando está despierto. Ese egocentrismo que irradia siempre, ni siquiera se ve en estos momentos. Tenerlo así frente a mi hace que se me ocurran demasiadas ideas, como por ejemplo desconectarle los cables...pero no, no vengo aquí a matar a nadie y mucho menos sin antes saberlo todo.

Me acerque a pasos lentos tratando de ser precavida, nunca se sabe cuando uno puede llegar a meter la pata. Una vez que estuve lo suficientemente cerca como para que las yemas de mis dedos rocen su piel, suspire.

¿Quien le haría esto?.

En su frente tiene una pequeña venda donde a los costados de ella se puede ver restos de sangre seca, el ojo izquierdo lo tiene hinchado y con un leve color morado cubriéndolo, el pómulo de ese mismo lado está con un moretón intenso verde y por último, a través de la máscara para respirar, se puede ver como las comisuras de su labio inferior están rotas en ambos lados. Simplemente impactada. Mi estómago dio un vuelco al ver como había una máquina de su lado indicándonos cuándo sería el momento en el cual ya no estaría con nosotros. Cosa que raramente me asusto, no quiero que se vaya, ¿Porque si ni siquiera lo conozco?. Revise con mis ojos la pequeña habitación en la que solo está la cama, los aparatos y una pequeña silla blanca de plástico con una bolsa encima de ella y unas rosas tiradas a su lado. Me encamine hasta ellos. No creo que a nadie le importe que mire un segundo, además puede que ahí allá alguna que otra pista que me diga lo que está pasando. Lo primero que agarre fueron las flores; parecen de hace varios días, los pobres pétalos están secos donde nadie las puso en agua y entre ellas hay un pequeño papel donde se puede leer:

Mejórate pronto. Ya estaremos juntos, lo prometo.

D.K.

¿D.K.? ¿Quien se supone que es?.

 Varios pétalos secos cayeron al frió suelo cuando volví a dejarlas en su lugar. Abrí la pequeña bolsa de cartón con cuidado de no romperla para que nadie sepa que metí mis manos en ellas. Sentí como mis dedos rozan algo duro, lo saqué con cuidado para percatarme de que se trata de un marco sin ninguna foto. ¿Cual es el sentido de regalar un recuadro que no tenga foto?, es como regalar una caja de chocolate sin los chocolates.

—!ÁBRELO!— Me sobresalte al oír esa voz en mi cabeza.— Vamos chismosa, termina lo que empezaste.

Con mis manos temblorosas le quite las trabas a la madera del marco, este enseguida se abrió dejando ver que el pequeño papel blanco donde se supone que debe haber una foto, hay letras. Use muchísima delicadeza para sacar el papel sin que se arrugue o se rompa alguna punta de la hoja, nunca me metí en cosas de personas desconocidas.

Siendo Otra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora