Capítulo 29: Localización.

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Ya estaba todo listo para comenzar con el hechizo, se sentía la tensión de todos en la habitación pero ya no había vuelta atrás, Camilo aún seguía enojado, solo que esta vez, se disculpó con nosotras por haber utilizado ese vocabulario la última v...

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Ya estaba todo listo para comenzar con el hechizo, se sentía la tensión de todos en la habitación pero ya no había vuelta atrás, Camilo aún seguía enojado, solo que esta vez, se disculpó con nosotras por haber utilizado ese vocabulario la última vez, parece que la charla con su novia lo hizo entrar en razon. Por otro lado, tuvimos que ponerle una bata roja a Luz para que el color fuerte la mantenga en la realidad, básicamente es cómo una especie de recordatorio para que, cada vez que lo vea, recuerde por qué está ahí y no se pierda. Ella estaba nerviosa, podía sentirlo de lejos, pero se notaba lo segura que se encontraba por haber tomado la decisión de continuar. Camilo le pregunto cómo veinte veces si no quería cambiar de opinión, le recordó que podemos dejar todo ahí e irnos como si nada hubiese pasado pero mí hermana se negó por completo a bajarse ahora. Jamie y Sarah tienen todo listo; dibujaron un círculo de sal para que la magia no escapara, colocaron dos velas a su lado así iluminan el camino de Luz, dejaron el libro de Bellowille y otro más, que utilizan los sociers, abiertos frente a ellas para ir dictando todas aquellas frases en francés mediante la localización y a nosotros nos prohibieron asustarnos porque si movemos a Luz o siquiera le hablamos...algo puede salir mal.

Todo estaba completamente listo.

...

Luz Rich PoV:

Mis piernas temblaban, ambas palmas me sudaban, me incomodaba ver tantos pares de ojos viéndome con pena y sentía que la bata de seda me picaba pero no tenía ni un mínimo sentido ¡Es seda! ¿Cómo rayos pica la seda?

No quería, ni quiero, perder mis poderes. Siento que es algo que me une a mí hermana/tía como ninguna otra cosa podría llegar a hacerlo. Para mí ella es un gran ejemplo a seguir y me encantaría poder ser eso que ella es ahora. Se que Tamara no la está pasando a bien, no soy ninguna especie de masoquista, pero me parece que tener estos poderes es un don que no hay que desperdiciar y mucho menos desagradecer. No quiero sonar como una superhéroe ni nada por el estilo, pero si es cierto cuando Gabriela decía que podemos hasta salvar vidas.

Por ahora no se que soy; vilenie, sociers, roi o siquiera revenants. No teníamos previsto cuan fuerte es mí cantidad de poder ni siquiera el color verde había llegado, pero comprendo cuando Tamara dice que tengo que esperar que ella termine de manejar los suyos así luego puede entrenarme sin acabar incendiando algún árbol en el proceso, al menos el lado bueno es que con tantas veces que la vi entrenar ya se un par de cosas básicas, solo por precaución de que algo me suceda. Agradezco mucho que la única diferencia nuestra, entre mí hermana y yo, sea que yo no estaré sola nunca.

—Luz, amor, ¿Estás lista?— Tina tocó dos veces la puerta del baño e ingreso. Deje de mirarme en el espejo y me centre en su rostro; se había dibujado unas líneas con tiza negra. Asentí rápidamente a su pregunta y lave mis manos antes de salir.

—¿Me dejas hablar con ella un segundo?— Tamara nos encontró en el pasillo antes de bajar a la sala, donde todo sucedería. Martina se fue regalando una de sus más sinceras sonrisas.— ¿Cómo te sientes?

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