Capítulo 27: Butterfly.

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—¿Dices que mis padres están vivos?— Llegue hasta un punto que me sentía ofendida ¿Como se atreve a hablar así de un tema tan delicado?

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—¿Dices que mis padres están vivos?— Llegue hasta un punto que me sentía ofendida ¿Como se atreve a hablar así de un tema tan delicado?.

—Digo que debemos corroborar su muerte.

—¿Como?— Quería vomitar.— No puedes desaparecer por varios días y luego volver para decirme que, tal vez, mis padres siguen vivos.— Masculle señalando su rostro con mi dedo índice.— Estás enfermo.

—No tienes que tratarme asi.— Acerco aun mas su rostro al mio.

—Pues tu no debes hablar así sobre un tema tan delicado.

—Corrobora y luego habla.— Murmuró y dio la vuelta para irse. 

—Pudrete.— Volví a susurrar y me fui.

(...)

Hacía mucho tiempo que no me sentaba con una buena taza de café y unas tostadas. Acababa de ducharme y me tomé mi propio tiempo para dedicarme a mi misma y así poder arreglarme para mi dia. Obviamente no iría a la preparatoria, ya hace tiempo me dieron de baja asi que comence a estudiar en casa, es mas practico y facil para mi. 

—¿Hoy harás algo?—Luz entró a la cocina, llevaba puesto uno de sus sombreros y un overol.

—Tengo que ir al cementerio.— Dije sorbiendo lo último de la taza.

—¿Visita?— Camino hasta la alacena y se preparo unos cereales.

—Comprobación.— Le dije sin importarme que entendiera o no. 

—Iré contigo.— Se sentó a mi lado y comenzó a comer.

—No creo qu...

—No te pregunte.— Habló con la boca llena mirándome y se encogió de hombros.

Mocosa.

(...)

—¿Disculpa puedo hablar con la encargada?— Toque el hombro de una pelirroja y se volteo a verme.

—Con ella habla.— Sonrió y me sorprendí al ver todas sus pecas.— ¿En que puedo ayudarlas, señoritas?

—Quiero confirmar el fallecimiento de unas personas que supuestamente están enterradas aquí.— Aclare algo nerviosa. Sentí la mirada de Luz sobre mí entendiendo, por fin, a que venimos.

—¿Son familiares?—Me pregunto aquella señora algo aturdida por mi petición.

—Soy su hija.— Asentí.

—Acompañenme.— Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una pequeña oficina con una computadora y algunos papeles.— Apellido por favor.— Pidio una vez que las tres nos sentamos.

—Fray.— Ella tecleo un par de cosas en su computadora.

—¿Stefan y Lila?— Asenti.— Ellos estan registrados en el cementerio, si.— Confirmo y algo dentro de mi se relajo.— Pero...no muestra que los cuerpos hayan sido traidos.— Murmuro.— Ni siquiera su cremacion.

Siendo Otra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora