Capítulo 1

775 19 2
                                    

El lujoso reloj de pared colgado a unos metros no dejaba de burlarse de mí. Cada vez que el minutero avanzaba diez espacios era la señal de cambiar mi copa por una nueva y rebosante. La paciencia no era una de mis virtudes, era consciente de ello. Los que no lo notaban, o simplemente fingían no saber nada, eran mis padres.

Cada vez que teníamos una situación como esta, mis padres gentilmente me recordaban que "el tiempo vuela cuando uno se divierte", el problema era que no me estaba divirtiendo. Odiaba ser arrastrada a las reuniones de papá. Todo en ese lugar me molestaba, desde los niños ricos con Smoking a medida, hasta las incrédulas señoritas que esperaban tener un ligue decente esa noche.

Simplemente no era mi ambiente. No tenía nada que ver con ser asocial o algo por el estilo, el problema era que no era el lugar en el que prefería estar un sábado en la noche. Creo que eso era lo peor. ¡Por qué debían hacer esto un día sábado! ¿No podría ser un martes mejor? creo que no tendría problema si fuera un martes.

Suspiré viendo mi copa vacía nuevamente. El camarero, muy puntual como siempre, llegó junto a mi mesa con la bandeja cargada de copas, sonrió amablemente tomando la copa vacía y dejando una llena sobre la mesa. Hizo una pequeña reverencia y se retiró luego de mi suave "Gracias".

Lleve la copa a mis labios dejando que el líquido bajara suavemente por mi garganta. Comprobé a mis padres en la misma esquina del salón de la cual no se habían movido desde que habíamos llegado hace exactamente 3 horas. El celular sobre la mesa vibró captando mi atención, la notificación iluminó la pantalla, sonreí bebiendo todo de golpe y levantándome del asiento, tome el celular y di una mirada rápida a mi hermana. Miranda aun estaba junto a las escaleras con un par de chicos de su edad.

- Lo siento hermanita. Será a la próxima - Dije sonriendo mientras me deslizaba con agilidad por el salón intentando pasar desapercibida

Si mis padres me descubrían esta vez, definitivamente estaría en problemas. Mi celular volvió a vibrar en mi mano, baje la mirada para leer, pero antes de poder hacerlo, alguien sujetó mis brazos moviéndome hacia un costado, impidiendo que chocara contra un chico.

- ¿Vas a algún lado? - Alce una ceja mirándolo sin inmutarme

- ¿Te importa?

- Que grosera - Dijo dando un paso atrás frunciendo el ceño

- Explícate - Exigí, cambié mi peso de un pie a otro y espere. Mark bufo

- Necesidades básicas - Dijo encogiéndose de hombros

- ¿La morena que te está viendo desde la puerta y tiene el labial corrido? - Asintió dándole un vistazo rápido a la chica

- Desde aquí te huelo, que asco - dije dando un paso atrás y aireando mi cara con mi mano

- ¡Mentirosa! - frunció el ceño - No huelo a nada - Se quejo olfateando su traje ligeramente torcido, tome aire y me acerque

- Mark, tu perfume y el de ella están revueltos por todo tu traje - hice una mueca de asco - Apestas - Repetí acomodando su camisa y chaqueta

- Literalmente nadie notara eso, excepto tú, tienes olfato de sabueso - Rodé los ojos

- Como digas, en fin, ¡Diviértete! - Dije con fingida emoción palmeando suavemente su mejilla

- ¿A dónde crees que vas? - Mark tomó mi mano mirándome entre ofendido y traicionado

- Lejos de aquí, claramente - Solté mi mano de su agarre y sonreí - Nos vemos en la casa, cuida a Miranda

- ¡Que! No, no me vas a dejar aquí de niñera - Mark sujeto nuevamente mi muñeca

Empecé a protestar pero el inconfundible sonido del cristal rompiéndose se sobrepuso a cualquier cosa que le estuviera diciendo a Mark. Varias copas estaban en pedazos en el suelo y el líquido de las bebidas se esparcía por todos lados.

Shadows & SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora