Shadows & Secrets

Capítulo 2

La historia de mi vida no es precisamente ordinaria, de una u otra manera me he mantenido en un camino paralelo al que se supone que transito, así que a los ojos de la mayoría soy solo una chica acomodada más, pero si hablamos honestamente, no hay nada de ordinario en mi.

El árbol genealógico de mi familia es bastante interesante. Mi madre, Veronika, una rusa. Mi padre, Adam, un Americano. Por cosas del destino terminaron juntos luego de conocerse en Nueva York. Todo un escándalo para la familia de mi madre. Su hija menor, la del futuro brillante, enamorada de un mafioso. El sueño de todo padre.

Aunque la familia de mi madre se opuso y trató de llevársela a Rusia nuevamente, mamá y papá terminaron casándose contra todos los pronósticos. Dos años después de su boda nació mi hermano Mark, a los dos años siguientes nací yo y por último, dos años después, nació mi hermana Miranda.

Cualquier persona razonable pensaría que mi padre se retiraría por el bien de sus tres pequeños hijos... Obviamente no fue el caso. Papá siguió con su negocio y nosotros crecimos junto a él. Entrenándonos desde pequeños para esto.

Es bastante obvio el hecho de que tenemos dinero, demasiado. Debido a esto, no íbamos a "pasar desapercibidos" sin una coartada. Sentido común. Así fue como nació Snow L, la empresa familiar. Básicamente, es la cara de nuestra familia, de allí proviene todo el dinero y el reconocimiento... o bueno, casi.

Se puede decir que mantenemos un perfil bajo, sin escándalos ni mucha exhibición, entre menos interesados estén en nosotros, mucho mejor.

Por otro lado, somos muy activos en cuanto al negocio familiar, no nos gusta mucho delegar ciertas actividades a los subalternos. Esto, básicamente se debe a una muy, en serio, muy mala experiencia del pasado. Así es como terminamos haciendo las entregas más importantes nosotros personalmente.

Con "personalmente" me refiero a Mark y a mí. Digamos que mi padre es más un coordinador de negocios y mi madre, bueno ella solo apoya moralmente, prácticamente ella es la figura de autoridad en la empresa familiar. Todo lo relacionado con Snow L, es potestad de mamá.

En cuanto a Miranda, se puede decir que aún está en fase de entrenamiento, aun le faltan unos cuantos meses para empezar a hacer trabajo de campo, mientras tanto, ella es entrenada principalmente por Mark, aunque mi hermano no es la persona más paciente del mundo, si es el mejor en lo que hace, nadie podría entrenarla mejor que Mark.

En resumen, mi familia entera hace parte de esto, desde mis padres hasta mis tíos y primos. Casi que es un negocio en conjunto con la familia de mi padre y medianamente con la de mi madre, en el caso de ella, algunos de mis tíos tienen aportes para este lado del camino. Principalmente, mi tío Klaus, el padre de Paris.

Supongo que era el destino, debía nacer en esta familia.

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Prácticamente corrí escaleras arriba, medio quitándome el vestido y medio sacándome los zapatos, mi hermano pasó corriendo junto a mi, entrando a su cuarto golpeando ligeramente la puerta al abrirla. Con mi cadera empuje la puerta de mi habitación, terminando de bajarme la cremallera del vestido y sacándolo por los pies.

En momentos como este agradecía el orden que había en el armario, facilitaba las cosas. En menos de 10 minutos estaba completamente vestida y salía de mi habitación a la misma velocidad con la que había entrado. Alcance a ver la cabellera negra de Mark desaparecer en la esquina mientras bajaba las escaleras.

Entré al estudio de papá justo cuando la pared del librero se desplegaba hacia un lado. La razón por la cual teníamos parte de la armería en un lugar tan "público" como el estudio, era únicamente por prevención, siempre era mejor estar preparados.

Atrapé las llaves que Mark me arrojó y las metí en el bolsillo de la chaqueta.

- Tenemos 10 minutos para salir - aviso metiendo un arma en la funda que tenia en mi espalda baja

- Pásame el K25 - dije señalando el cuchillo, mi hermano tomo un par y ágilmente los guardo en la funda de mi pierna

- ¿Lista? - Asentí guardando los últimos cartuchos

Salimos por el pasillo mientras acomodábamos los auriculares que serían nuestro medio de comunicación con los demás, baje la mirada arreglando el cinturón. La mano de Mark se cerró sobre mi brazo deteniéndome. Llevó un dedo a sus labios y señaló la puerta de entrada, el leve sonido del código de acceso incorrecto llegó a mis oídos.

Alguien intentaba entrar a la casa.

Mi mente comenzó a trabajar a toda velocidad, era muy temprano todavía para que mis padres volvieran, así que descarté esa idea rápidamente, las demás personas que vivían aquí tenían su huella registrada en el sistema, además de saber el código de acceso por si algo pasaba con la huella y si por algún caso tenían problemas solo debían pedirle ayuda a los guardias.

Pero si se trataba de alguien extraño, ¿Cómo demonios había burlado la seguridad?. Antes de poder hacer algo la puerta se abrió y por puro instinto Mark y yo sacamos las armas y apuntamos directo a la persona que aparecía en el umbral.

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(Mark en multimedia)