Capítulo 34

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Había un pitido de fondo mientras iba despertando de a poco, tenía un cosquilleo constante en mi brazo izquierdo, abrí de a poco los ojos, intentando recuperar la conciencia del todo. Lo primero que vi fue el techo blanco, pero no era el de mi habitación. Tome una respiración profunda parpadeando. El olor a desinfectante entró en mis fosas nasales provocando que arrugara la nariz.

Estaba en el hospital. Gire la cabeza lentamente encontrándome un sillón vacío, no, no era el hospital, estaba en la enfermería de la casa.

- ¿Tini? - gire la cabeza lentamente, carajo, nuevamente hacia todo a velocidad media, el rostro de Paris apareció frente a mi - Estas despierta - dijo soltando una sonrisa melancólica

- Mierda - pase saliva sintiendo mi boca seca - ¿Por que carajos estoy aquí? - dije mirando hacia abajo por primera vez

Nuevamente tenía el brazo en un cabestrillo. Me habían inmovilizado el brazo otra vez. Solté un gruñido de exasperación apoyando el brazo derecho en la cama para sentarme. Paris se acercó los pasos que le faltaban y pasó su brazo detrás de mi espalda para ayudarme a sentar.

- ¿Que mierdas paso? - pregunte peinándome al cabello hacia atrás lejos de mi cara

Los eventos de las últimas horas estaban demasiado borrosos en mi cabeza como para poder sacar una idea medianamente decente, pero dado que estaba otra vez en casa debía haber ocurrido algo realmente malo.

- Lo último que recuerdo es - intenté hacer memoria de que era lo ultimo que tenia con claridad - Salí de aquí con Chris

Paris me dio una mirada de pesar absoluta, creo que jamás en la vida me había mirado de esa manera. Fruncí el ceño, esto se estaba poniendo demasiado incómodo.

- Paris - dije mirándola seria - Dime que paso - ella pasó saliva, parecía que en cualquier momento iba a salir corriendo de la habitación

- Hubo - volvió a pasar saliva - Hubo un inconveniente en tu salida con Chris - dijo mirándome, era obvio que estaba intentando escoger las palabras con sumo cuidado - Kenji los encontró

- Kenji

Apenas el nombre retumbó en mi cabeza las imágenes empezaron a aclararse de manera aterradora, una detrás de la otra, abrumándome por completo. Las escenas de todo lo que había pasado en ese callejón me cayeron como un balde de agua fría.

- Martina - la voz de Paris se escuchó lejana - ¿Estás bien?

Abrí los ojos mirando a Paris, empezando a sentirme desesperada.

- ¿Dónde está Mark?

Apenas la pregunta salió de mi boca los ojos de Paris se cristalizaron, mi pecho se oprimió de manera dolorosa, eclipsando cualquier otro dolor que tuviera en mi cuerpo. Ella volvió a pasar saliva en un intento por no dejar salir las lágrimas de sus ojos.

- Mark no ha despertado aún - la voz se le quebró un poco cuando pronunció la última palabra

- ¿Qué? - mi voz salió en un susurro lastimero, ella me miró con una expresión de tristeza en su rostro, se acercó pasando sus brazos por mis hombros con cuidado, abrazándome - Es mi culpa

Ni siquiera estaba llorando, las lágrimas parecían querer rehusarse a salir de mis ojos, pero la presión en mi pecho era cada vez más fuerte, haciéndome respirar con dificultad.

- Claro que no - dijo Paris negando con la cabeza, me miró sujetando mi cara para que la mirara - Pero te juro que ese hijo de puta va a desear estar muerto

- Tengo que salir de aquí - dije haciendo el intento de levantarme, Paris negó con la cabeza sujetándome del brazo para que no me moviera

- El doctor Richard dijo que debías estar quieta - solté un bufido volviendo a hacer otro intento fallido - Si quieres que te quiten eso mañana - dijo señalando el cabestrillo - Te quedaras quieta, o si no tendrás que tenerlo una semana entera

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