Capítulo 35

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(1 semana después)

POV Christopher

El auto se movió cuando tome un bache haciendo que Tini se meciera con brusquedad, abrió los ojos nuevamente mirando hacia adelante. La mire de reojo antes de volver mi atención al frente.

- ¿Tienes sueño amor? - pregunte volviendo a mirarla rápidamente, ella asintió recostando su cabeza en el asiento

- ¿Falta mucho? - preguntó acomodándose en el asiento, pase saliva negando con la cabeza

- No - respondí empezando a ser más consciente de lo que se vendría - Ya casi llegamos

Mi corazón había empezado a latir como loco desde que había recogido a Tini en su casa hacía unas horas. De verdad odiaba la idea de ir a dejarla con ese hijo de puta. Odiaba la idea de separarme de ella, pero sobre todo, me odiaba a mi mismo por haber permitido que las cosas llegaran hasta ese punto.

Su celular sonó con estruendo, parpadee intentando controlarme, no podía hacer las cosas mal o todo sería mucho peor para Tini. Ella tomó el celular de al lado de la silla y contestó sin revisar quién era.

- Hola Paris, ¿qué pasa? - pregunto dando un bostezo - Estoy con Chris, no te preocupes - apreté con fuerza el volante, me sentía como una mierda - No lo se, dijo que era un sorpresa - me miró frunciendo el ceño - Si lo se, el sabe que odio las sorpresas, pero aquí me tienes, siguiéndolo como siempre - solté una risita aunque tenia un dolor agudo en mi pecho, gire la cabeza mirándola de reojo - Volveré más tarde - apreté la mandíbula con fuerza

Tini dejó el celular nuevamente junto a ella en la silla, recostó la cabeza en el asiento mirando hacia afuera por su ventana. El auto se sacudió al entrar al empedrado de la villa.

Ya no había vuelta atrás.

Tini se sentó recta mirando con curiosidad hacia afuera. Detuve el auto frente a la puerta de entrada, las luces estaban encendidas pero no había nadie a la vista, para ser honesto lo agradecía.

- Wow - dijo Tini mirando hacia la casa

- ¿Lista? - pregunte mirándola, ella asintió abriendo la puerta y saliendo

Cerré mi puerta con más fuerza de la necesaria, a este punto la rabia ya me estaba superando por mucho, era consciente de que todo era culpa mía, todo lo que vendría lo tenia mas que merecido, pero aun así no podía dejar de ser egoísta y esperar con toda mi alma que Tini me perdonara. 

Muy optimista de mi parte.

Me detuve junto a ella, mirándola, Tini levantó la cara conectando su mirada con la mía, extendí mi mano esperando que ella la tomara. Su mano estaba tibia, tomé aire apretándola sin lastimarla, no quería soltarla, no podía hacerlo.

Tini empezó a subir las escaleras, jalándome con ella. Uno a uno fui subiendo los escalones, deseando con todo mi ser que algo extraordinario pasara y nos detuviera. No quería entrar ahí. Me detuve en el último escalón antes de llegar a la puerta.

- Tini espera - dije frenando su avance, ella giró la cabeza mirándome - No

La frase murió en mi boca apenas la puerta de entrada se abrió, Tini giró la cabeza mirando hacia adentro, dio un paso atrás, subí el ultimo escalón sujetándola en mis brazos, su espalda quedó pegada a mi pecho, pero ella no me estaba mirando, su vista estaba fija en el hombre en la puerta.

- Hola querida - Kenji sonrió mirándola con burla

- No - dijo ella en un susurro, dio un paso al frente alejándose de mí y luego dio media vuelta, mirándome, sus ojos se habían cristalizado - Tu

No termino de decirlo, pero yo sabía muy bien qué era lo que quería decir, mi pecho se oprimió dolorosamente, di un paso adelante queriendo alcanzarla, pero ella retrocedió, ese simple gesto fue como una patada en el estómago.

- No te me acerques - su voz salió entrecortada, apreté los puños con fuerza

Kenji se acercó dejando sus manos en los brazos de Tini, ella se estremeció pero no se movió, él sonrió acercando su cara a la cabeza de Tini. Ella apretó los ojos, las lágrimas bajaron por sus mejillas.

- Martina, Martina - dijo sonriendo - Confiaste en el hombre equivocado - la mirada de Kenji quedo en mi - Hiciste un gran trabajo Christopher - Tini levantó la mano limpiando sus mejillas con furia - Puedes irte ahora, nuestro negocio está terminado

- No vuelvas a llamarme nunca - dije mirándolo con una rabia que estoy seguro nunca había sentido por nadie

- Tenlo por seguro - dijo sonriendo, dio un paso a un lado, mirando a Tini - ¿Por qué no entramos? - ella lo miró soltando una risita irónica

- ¿Por qué no te vas a la mierda? - Kenji sonrió mirando hacia el cielo

- Hagámoslo divertido entonces

Kenji retrocedió entrando a la casa, dos hombres salieron mirando a Tini con burla. Apreté la mandíbula hasta el punto en que me dolieron los dientes. Odiaba que la miraran así, como si fuera débil. Ella dio un paso atrás siguiendo cada movimiento que hacían.

Uno de los hombres se abalanzó sobre ella, Tini se movió hacia un lado levantando su pie haciendo que el se tropezara y cayera escaleras abajo, el otro la sujetó por la espalda, di un paso al frente, Tini tomó impulso jalando hacia adelante sin soltar el brazo del hombre provocando que ambos cayeran al suelo, se arrodillo de prisa y giró sobre sus rodillas jalando con fuerza, el hombre pegó un grito de dolor cuando Tini jalo su brazo y el inconfundible sonido del hueso roto se hizo presente.

Baje la cara sonriendo, esa era mi chica.

- Parece que la inutilidad me sigue a todas partes - dijo Kenji negando con la cabeza, Tini giró encarandolo

Antes de darme cuenta, Jaiden, la mano derecha de Kenji, pasó junto a mi y hundió la jeringa en el cuello de Tini, ella abrió la boca por la sorpresa y se tambaleó hacia atrás apenas él la soltó.

Corrí sujetándola entre mis brazos, ella hizo el amague de alejarse pero su cuerpo ya estaba cediendo ante el sedante, la sujete de la cintura cuando sus piernas fallaron, me arrodille en el suelo recostándola en mi brazo, ella me miró con una expresión de dolor pura.

- Te odio - dijo sosteniéndome la mirada - Te odio tanto

Sus ojos se empezaron a cerrar a pesar de que ella intentaba con todas sus fuerzas mantenerse despierta. Sus palabras habían hecho un hoyo en mi pecho, lo tenía merecido, lo sabía, merecía que ella me odiara.

Levante la cara viendo a uno de los hombres de Kenji acercarse, solté un gruñido apretando a Tini contra mi pecho sin quitarle la mirada al tipo ese.

- Aléjate de ella - Kenji soltó una carcajada alzando una ceja, me miro divertido

- Quieres torturarte - dijo riendo - Bien, entonces tráela, te dejare torturarte un poco más

Me puse de pie con Tini en mis brazos, me sentía la peor basura de la vida, pero no iba a dejar que nadie la tocara, no mientras yo aún estuviera aquí.

Entré a la casa siguiendo de cerca a Kenji, yo jamás había venido, pero el lugar era un maldito laberinto, todo se veía exactamente igual, no había ni siquiera un bendito cuadro en las paredes para poder orientarme o que sirviera de guía. No había absolutamente nada, solo paredes blancas, puertas cafés y ni una puta ventana. Más que una casa, parecía un manicomio.

Puse todo de mi para intentar mantenerme orientado. Me detuve frente a una puerta exactamente igual a todas las anteriores que habíamos pasado, dos guardias de pie en la puerta me dieron una mirada seria. Kenji hizo un movimiento con la mano para que abrieran.

- Hasta aquí llegas Christopher - dijo Kenji moviendo la mano invitándome a entrar a la habitación

Sujeté con más firmeza a Tini en mis brazos dándome un empujoncito mental para entrar a la habitación, tome aire avanzando, uno de los guardias abrió la puerta dando un paso a un lado para que pasara. No había dado ni dos pasos adentro cuando me detuve en seco mirando a la persona acostada en el suelo.

- Miri - dije en un susurro

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