Capítulo 10

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Todo pasó muy rápido. El arma cayó en mis piernas y Theo se arrojó sobre mí, fue más un reflejo que otra cosa porque literalmente no se abalanzó a hacerme nada, fue más como instinto de ocultar el arma de mi.

Aun así, por si las dudas, levante el arma quitándole el seguro y apuntando a su cabeza. Theo me miró con una cara de sorpresa y miedo al mismo tiempo y levantó las manos mientras negaba con la cabeza.

- ¿Alguna explicación? - pregunte levantando una ceja

- Por Dios, cálmate - dijo con un leve temblor en su voz - No es lo que parece

- ¿No? - gire la pistola en mi mano dándole un vistazo rápido y luego lo volví a apuntar - ¿Entonces qué es?

- Te juro que no voy a hacerte daño, por favor baja eso ya - Solté una risita al escucharlo

Theo definitivamente no era una amenaza para mi. Todo en su actitud me decía que él no era un asesino ni nada por el estilo. De hecho su frente había empezado a brillar por el sudor, sus manos temblaban un poco y él estaba notablemente nervioso. Además, ninguna persona que hubiera disparado un arma le llamara "eso" como lo había hecho Theo.

- Por favor no te rías - dijo mirándome

No pude evitarlo y volví a reírme. La situación me parecía demasiado cómica. Sabía que Theo no me haría nada, pero no iba a dejársela fácil, él me ocultaba algo y yo quería saber que era, así que no baje el arma.

- Sigo esperando una explicación - dije sonriendo - Y no soy una persona especialmente paciente

- Lo explicaré - dijo asintiendo - Te explicare todo, pero por favor, vayamos a otro lado - su mirada pasó a la ventana detrás de mí - Un lugar menos público

Di una mirada alrededor agradeciendo que los vidrios fueran oscuros.

- Mmm no lo se - dije mirándolo - Este lugar parece estar bien

- Por favor Martina - dijo suplicante - Vamos a mi casa

Solté una risita. La situación era muy divertida para mi. Pero no estaba muy segura de querer ir a su casa. Que tal si fuera un violador o algo así. Volví a reír. Eso era prácticamente imposible y aunque lo fuera, Theo no iba a ganarme en una pelea.

- Las cosas se ponen íntimas - dije sonriendo - Ya quieres llevarme a tu casa

Theo negó con la cabeza y las manos haciéndome reír.

- Dios Martina no - dijo mirándome desesperado - No es lo que crees - Rodé los ojos sin dejar de sonreír

- Bien- accedí bajando un poco el arma - Pero no me hagas enojar, tengo un temperamento sensible - El asintió algo más aliviado

- Si, si, lo prometo, solo manejare

Asentí, volviendo a acomodarme en mi asiento y empezando a jugar con la pistola Theo me dio una mirada precavida y arranco el auto nuevamente. El resto del camino el pobre chico se veía completamente tenso y hasta aterrado. Yo por el contrario estaba de muy buen humor. Luego de un trayecto medianamente largo, Theo se detuvo frente a una mansión, literalmente era una mansión, con ventanales gigantes, de tres pisos y una puerta de madera grandísima. Muy de mi estilo.

Sentí la mirada de Theo en mi así que aparté mi vista de la casa y lo observé de vuelta.

- ¿Qué? - Pregunté distraída

- Crees que... - carraspeo la garganta - ¿Podrías guardar eso? - baje mi mirada a la pistola - Mis padres se asustaran si la ven

- Como se que no voy a terminar con una bala en la cabeza si hago eso - dije alzando una ceja, él negó rápidamente

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