Capítulo 24

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Un ruido extraño se empezó a escuchar repetidamente, aun estaba demasiado dormida para identificar que era. Intenté girar en medio de mi adormecimiento, pero algo impidió que me moviera, abrí los ojos con lentitud volteando la cabeza para identificar qué era lo que no me dejaba moverme. El cabello castaño de Miri apareció en mi campo de visión, mi hermana estaba completamente dormida a mi lado.

- Tiene un sueño pesado - giré la cabeza hacia el otro extremo esperando con toda mi alma estar escuchando voces - Buenas tardes bonita

- Chris - mi voz salió con suavidad - ¿Por qué estás aquí? - pregunte entrando en pánico

- Te dije que estaría aquí cuando despertaras - se puso de pie estirándose como un gato y caminó hasta la cama - ¿Cómo te sientes?

- Mejor - respondí, la verdad si me sentía muchísimo mejor que en la mañana, tenía solo una ligera molestia en mi hombro, pero el dolor era manejable

Hice el intento de sentarme provocando nuevamente una punzada que me hizo recular. Arrugue la frente cerrando los ojos para mantener el dolor a raya. Sentí la mano de Chris sobre la mía, apretando suavemente.

- Con cuidado - dijo con voz suave - Ven acá - abrí los ojos encontrándome con su cara a centímetros de la mía - Te ayudare

Puso una rodilla en la cama y se inclinó por completo hacia mi, pasó una mano por detrás de mi cuello y la otra por debajo de la cobija sosteniendo mi espalda. Su mano hizo contacto con la piel de mi espalda provocando un escalofrío por mi espina dorsal. Pase saliva poniendo mi mano derecha en su cintura para sujetarme. Lentamente Chris empezó a enderezarse levantándome con él. A pesar de que él era mucho más grande que yo, sus movimientos eran muy suaves. Me recostó con lentitud en la cabecera de la cama, se movió un poco hacia atrás conectando su mirada con la mía con su mano aun en mi cintura.

- ¿Mejor? - preguntó sin moverse ni un poco, asentí sin decir nada, temía que mi voz iba a revelar que no estaba precisamente tranquila con él tan cerca

- Mal momento para haberme quedado aquí - di un pequeño respingo haciendo una mueca de dolor

Chris por su parte ni se inmuto, solo giro su cabeza viendo a mi hermana con una sonrisa inocente. Miri se sentó moviendo las piernas y provocando que las cobijas se movieran hacia abajo, la mirada de Chris bajó ante el movimiento de las cobijas, pero la retiró rápidamente con una sonrisa picara. Movió su mano sujetando el edredón y volviendo a ponerlo en su lugar, tapándome hasta la cintura.

- Ethan no debe tardar en llegar - dijo sin dejar de sonreír poniéndose de pie - Creo que es mejor que te cambies - fruncí el ceño - O solo no te destapes bonita

Abrí los ojos bajando la mirada y levantando la cobija, mi boca se abrió en una O. Chris soltó una risita caminando hacia la puerta. Mire a mi hermana esperando que ella pudiera responder por que tenía puesto un short que más bien parecían ropa interior que pantaloneta de dormir.

- Estaré abajo - dijo Chris sin borrar su sonrisa mientras cerraba la puerta tras él

- ¿Por qué? - dije mirando a Miri con horror, ella hizo una mueca de disculpa encogiéndose de hombros

- El doctor dijo que debíamos ponerte algo que lo dejara revisarte con facilidad - dijo apresuradamente

- Me hirieron el hombro Miri, no las piernas - ella arrugó la nariz soltando una risita nerviosa - Perfectamente podrían haberme puesto un pantalón

- Lo siento, entre en pánico - dijo soltando un sollozo, solté el aire intentando ahuyentar la pena que tenía, Chris prácticamente me había visto en ropa interior

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