Capítulo 29

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Sábado

Desperté tarde esta mañana, había dormido demás y olvidé la salida con Dinah y Lissa. Hace media hora me dejaron un texto diciéndome que vendrían a casa ya que no pude ir con ellas al centro comercial.
Acabo de terminar mi comida, estoy en la cocina esperando respuestas del veterinario. La perra se encuentra en buen estado y ya está una persona interesada en ella, quieren adoptarla y esperar que sus cachorros tengan por lo menos tres meses.
El timbre de la casa suena, me levanto para dirigirme a la entrada y abrir. Es Dinah y Lissa.

—Necesitaba comprobarlo.—Dice Dinah entrando a la casa.

—Disculpenme, lo siento mucho. Había tenido un mal día.—Confieso abrazándolas.
Lissa entra y caminamos hacia la sala de estar para tomar asiento.

—Cuéntanos, ¿Que ha pasado?—Me dice Lissa angustiada.

—No me digas que es Travis, que...—Le interrumpo.

—Si, solo que ayer había pasado el día con su hijo y solo fue un mal entendido.—Murmuro tratando de calmar.
Definitivamente Dinah estaba pensando mal.

—Si es Gunnarghersi no debes sorprenderte, creí que le gustaban los hombres.—Ríe a carcajadas.
Es algo que jamás dudaría, es imposible.

—¿Por qué dices eso Lissa?—Le pregunta veloz Dinah. No he parado de reír por lo que había dicho Lissa.

—Lo leí en una revista, ¿Por qué nunca habló de la mamá de su hijo?—Cuestiona Lissa encogiendo sus hombros. Travis es reservado, no le gusta dar explicaciones de su vida privada, es claro que nadie sabe de la vida de la madre de Lucas "Julia".

—No era parte de sus vidas ahora si, tenía y tiene sus razones. La verdad es que el es extremadamente reservado.—Le contesto.

—Ambos son afortunados.—Sonríe.—El es guapísimo y tú también.

—Tiene que darnos los tips. Lo importante es que el asunto ha sido resuelto.—Ambas me abrazan.—Había olvidado decirte que Jay regresa hoy al país.—Me dice con entusiasmo.
¿Jay de nuevo a la ciudad?

—¿Por qué lo hará?—Le pregunto.

—Su prometida le ha descubierto siendo infiel, hemos hecho las paces. Tenemos que volver a ser buenos amigos.—Murmura.

—Es lo mejor que pudieron hacer, Dinah me habló todo.—Dice Lissa.
Estoy de acuerdo con Lissa, quizás más adelante están destinado a estar juntos, como debieron de estarlo hace mucho tiempo.

—Seré la madrina, te estoy avisando a tiempo.—Bromeo. Mi teléfono suena y es papá. Debo atender, llevo muchos días sin hablar con él.

—Es papá debo atender, esperen.—Digo levantándome y retirándome de ellas para contestar tranquilamente.

—Hola papá, cuéntame.

—¿Como estás hija?
Después de su llamada completamente en paz, había estado esperando porque en cualquier momento iba hacerlo.

—Bien, espero que tú también lo estés.—Murmuro.—¿Donde estás?

—Estoy fuera de la ciudad, viajaré a ver a tu madre mañana. Necesito que solucionemos nuestro matrimonio.—Le escucho una vez más preocupado.
Su amor lo expresó con dolor, mamá nunca se lo perdonará y estoy totalmente de acuerdo con ella por el bien de ambos.

—Yo creo que no deberías, no va aceptarlo. Será mejor que veas por tus hijos que no tienen la culpa de nada.

—Nunca lo he dejado de hacer pero a quien amo es a Ava.
No hay remedio para el asunto, es tarde. Mamá no quiere verle ni estar cerca de él. Quiere divorciarse lo más pronto posible.

You Will See Me Again ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora