Estoy en un restaurante llamado "L'arpege" con la madre de Travis y Lucas, puedo ver el lugar un poco solitario, la música de piano es suave.
Gracias a Jesús de Nazaret y a Dinah por ayudarme a colocarme el vestido igual para esta ocasión.—Estás más preciosa de lo que eres Jayden.—Me dice la señora Darline con una enorme sonrisa.
—Gracias, igual usted señora Darline.—Contesto ruborizada.
La señora Darline luce espléndida, tiene puesto un vestido muy ajustado negro hasta sus rodillas, sus ojos verdes se observan un poco oscuro por su maravilloso maquillaje.—Me hubiera encantado estar más tiempo.—Murmura.—Y el saber que ustedes están juntos me pone feliz.
¿Qué? ¿Como?
Travis me impide hablar dejando un beso fugaz delicadamente en mi hombro.—Papá iré al baño, ya vuelvo.—Le dice Lucas a Travis rápidamente, el asiente ya que está texteando y Lucas se retira.
—¿Y qué tienes pensado hacer en tus vacaciones linda?—Me pregunta la señora Darline observándome fijamente.
No he planeado mis vacaciones, realmente a inicio de clases tenía pensado viajar a Tailandia.—No lo sé, tal vez viaje a Tailandia.—Le contesto.
Travis deja a un lado su teléfono y su mirada se fija en mí.—¿Por qué no lo planean desde ya?, cariño deberías ir planeando.—Le dice la señora Darline a Travis.
Vaya, que intimidante está siendo todas estas preguntas.—Sabes que no planeo nada simplemente lo realizo.—Dice paciente.
Travis me ha hecho recordar una frase que decía mamá. En cuanto planees las cosas serán pocas las probabilidades de que se realicen como lo esperas—Lo había olvidado.—Nos dedica una sonrisa.—Espero que disfruten muchísimo, también que me vayan a visitar aunque sea por unos días.—Murmura con entusiasmo.
¡Hubiese sido increíblemente si en realidad fuéramos!—No lo dudes.—Le dice Travis tomando su mano y planteándole un beso.
Disfruté mucho la cena, pude conocer más de Travis y de su familia, su padre había fallecido hace diez años y su madre se volvió a casar hace cuatros años con un arquitecto dos años mayor, de cincuenta años de edad.
—No quiero que tú madre se haga ilusiones Travis.—Le menciono al ver a su madre entrar en su habitación.
—No pasará.—Su voz es calmada.
Trago saliva intentando resolver que decir.
¿Está bien todo esto? ¿Todo lo qué pasa con nosotros?Le tomo descuidado y le beso. El me corresponde el beso dulce y tierno. No puedo alejarme de él y sé que él tampoco puede hacerlo. Me lleva a su regazo, cargándome y rodeándome con sus brazos marcados.
—Te deseo excesivamente, Panterita.—Dice mordiendo suave mi labio inferior.
Sube las escaleras cargándome, camina por unos pasillos y entramos a una habitación.—Podrían vernos.—Le susurro al oído.
La habitación es fría y oscura con poca iluminación.
Lucas podría entrar, debido a que está despierto jugando.—No.—Ríe cerrando la puerta con seguro.
Me tiende en el borde de la cama inmensa y me vuelve a besar. ¡Jesús de Nazaret!Quita el vestido con suavidad y luego quita mis bragas dejándome completamente desnuda, dado que no me había colocado sujetador.
Trago saliva al sentir su mano bajar y tocar mí feminidad.—¿Te gusta?—Me pregunta sin detenerse y asiento.—Dilo.—Muerde leve una vez más mi labio.
—Si.—Suelto un gemido.
Se inclina abriendo mis entrepiernas y colocando su lengua en mi orificio uretral.
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You Will See Me Again ©
RomanceEn el lienzo de la vida, se traza una historia de amor etérea entre Jayden Lane, una joven de veinte años rebosante de simpatía y singularidad, y Travis Gunnarghersi, un hombre de virtudes exquisitas: sensatez, carisma, respeto, paternidad solitaria...