Capítulo 39

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Me he duchado y colocado la pijama para meterme a la cama ya que por la mañana debo hacer la planilla para la inscripción. Travis ya se encuentra tumbado con su ordenador.
La cena estuvo deliciosa, la señora Vivian es grandiosa en la cocina y en todo para ser sincera. Los calamares estaban muy deliciosos, todo.

—Ven conmigo.—Deja en su mesita de noche su ordenador y abre sus brazos.
No puedo dejar de verle a los ojos.
Me tiendo en la cama, colocándome a su lado tímida y el me lleva a su regazo para besarme lentamente.

—¿Lista para explotar tu precioso culo?—Dice casi en susurro.
¡¿Que?!... ¿Como así?

—Tengo una sorpresa para ti.—Dice levantándose.—Solo quiero que me digas si estás preparada.—Asiento mirándole juguetona.
Siempre estaré preparada para el.

—No te muevas.—Dice colocándome en decúbito prono posición tendido boca abajo con la cabeza de lado.

Cierro los ojos y siento como se aleja de mi.
¿Por qué en esta posición?... ¿Será para no sentirme incómoda?
Siento como la cama se hunde a mi lado y es el, lleva una caja pequeña de terciopelo negra.

—Haremos esto.—Me muestra un artículo de en forma de cilíndrico. ¡Que no vaya a ser para mi trasero!... Por favor Dios mío.—Te ayudará a estimular, no te me alteres fierecilla, ¿me dejas?—Dice al ver mi rostro confuso.

—E-eh si.—Trago saliva sin moverme.
Enseguida el abre su mesita de noche y saca un lubricante.

—Si no estás de acuerdo, solo dime.—Dice rápidamente colocándome una almohada debajo de mi vientre para quedar mi trasero alto.

—Quiero.—Le pido.
Quiero intentarlo, experimentar con el y no está mal hacerlo es mi pareja.
El alza mi pijama y siento un líquido frío en mi ano y decido relajarme por completo y ver cómo se siente.

El objeto es suave, agradable y delicadamente. Puedo sentirlo como una silicona suave y segura mientras lo termina de introducir.

—¿Como te sientes?—Me pregunta dándome una pequeña palmada. Cierro lo ojos y definitivamente esto se siente bien.
Sobresalto un poco al sentir su vibración.
¡Jesucristo!

Estoy es tan inexplicablemente excitante.

—Se siente... bien.—Aprieta otra almohada.
Siento como introduce sus dedos en feminidad.
Saca lentamente el producto y lo vuelve a introducir mientras está tocando mi vagina.

Se inclina y posa su lengua en mi feminidad mientras el producto sigue vibrando, aprieta mis nalgas mientras lo hace.

Se detiene para levantarse y abrir el cajón de su mesita de noche y sacar un preservativo. Se quita su pijama y se masturba en tanto quita el pug anal y lubrica de nuevo la area. Abre el preservativo y se lo coloca en su miembro ya erecto.

Es inevitable no estar nerviosa lo bueno es que el miedo no está presente, es lo importante.

Yo sigo paciente sin moverme de mi lugar esperando el entre a mi.

Hasta que finalmente se hunde en mi lentamente y yo solo respiro profundo calmada.
Vaya, se siente extraño.

Aumenta el ritmo, me gira y me sube en su regazo levantándose y dando embestidas.

Y bien... una combinación placentera.

Tengo mis brazos rodeando su cuello, el no deja de observarme y entrar en mi consecutivamente.
Verdaderamente lo estoy disfrutando más de lo que nunca me había imaginado. No soy fan del sexo anal pero se siente muy bien por ambos lados.

Me tiende en la cama colocándome de lado, lleva mi pierna exterior hacia mi pecho y se coloca detrás de mi para alcanzar mi trasero y seguir introduciendo. Mientras lo hace me toma por la nuca y suelto un gemido.

You Will See Me Again ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora