Estoy tomando alcohol con moderación, me encuentro lidiando con la aparición de la intoxicación mientras observo mis labios entumecidos, un indicador clásico de embriaguez.En medio de la juerga, mi atención se centra en la vibración persistente de mi teléfono sobre la mesa, que revela un número desconocido que parpadea en la pantalla, lo que provoca un misterio en mi. Con la curiosidad despertada, contemplo la identidad de la persona que llama a esta hora tardía, dudando en responder debido a la naturaleza desconocida del contacto.
Optando por dejar la llamada sin respuesta, retomo mis actividades, intentando aliviar el ligero mareo con un toque de limón, consciente de mantener un límite seguro con el consumo de alcohol ya que conduciré.
A medida que avanza la música, el teléfono se ilumina una vez más, esta vez con un mensaje del mismo número misterioso. Intrigado por la persistencia del remitente desconocido, me acerco al dispositivo y descubro un mensaje.
Debes estar despierta y me disculpo de igual forma, soy Trianna Sanin y me gustaría conversar contigo.
Desconocido.
Alguien llamada Trianna Sanin, un nombre que no conozco, pero que está envuelto en intriga.
Tomo la decisión de alejarme del escenario actual sin interrumpir el alegre baile de las chicas con los hermanos de Almarelys. Con la determinación de desentrañar el misterio, me preparo y devuelvo la llamada al número desconocido, lo que me lleva a una respuesta sorprendente en el segundo timbre.
Al otro lado de la línea, una voz se presenta como Trianna Sanin, lo que provoca una ola de curiosidad e incertidumbre dentro de mí. A pesar de ser una extraña, el deseo de descubrir la identidad y el propósito detrás de esta comunicación inesperada alimenta mi decisión de participar en esta misteriosa conversación.
—Me disculpo por tener que comunicarme contigo de esta manera.
¿Quién es la chica y por qué me está llamando?, ¿Qué querrá decirme?—No te preocupes, cuéntame... ¿quién eres?
—Será mejor que nos reunamos... sé que estás aquí cerca pero tengo la curiosidad de saber si... ¿estás en cama?—Me cuestiona.
No sé a qué se refiere exactamente pero me está dando mucho miedo esta llamada, ¿por que tantas preguntas y no va al grano?—Lo lamento pero no te conozco y no se porque me estás llamando.—Le contesto.
—¿Dónde estás?—Me pregunta.—Necesito hablártelo en persona para que me puedas entender y creer.
Puedo escuchar a la mujer sollozar y maldiciendo.No se lo que esté pasando, pero mi instinto me dice que en la conversación debe estar relacionado Travis.
—Estoy en el bar de la calle ocho, afuera. Estaré aquí para que hablemos.—Murmuro observando las personas de mi alrededor.
Si es alguien que quiere hacerme daño no creo que pueda ya que hay muchas personas presente, y algo en mí me dice que trata de decirme algo importante.—Estaré allá en diez minutos.—Dice y simplemente cuelga.
Dios mío, parece estar destrozada por sus sollozos.
Por favor Dios mío, que no sea nada de Travis... por favor.
Mi corazón late rápido por la preocupación de saber que es lo que está sucediendo ya que desconozco de todo al parecer.Después de una cantidad considerable de tiempo, una mujer, poco mayor, escultural y esbelta con mechones de ébano y una tez de tono dorado se dirige con gracia hacia mí. Ella irradia un aire de bondad que me impulsa a prestarle toda mi atención.
—¿Tu eres Jayden?—Me pregunta.
—Si, soy yo. Mucho gusto.—Extiendo mi mano percatándome de mi alrededor.
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You Will See Me Again ©
RomanceEn el lienzo de la vida, se traza una historia de amor etérea entre Jayden Lane, una joven de veinte años rebosante de simpatía y singularidad, y Travis Gunnarghersi, un hombre de virtudes exquisitas: sensatez, carisma, respeto, paternidad solitaria...