Capítulo 53

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Tres semanas después "viernes"

He regresado de la casa de mi madre, donde pasé el día organizándonos para la fiesta de cumpleaños de mi tía Madeline que se celebrará esta noche.

Me dispongo a ponerme un hermoso vestido corto, de color rosa tierra, elegido con la ayuda de Dinah y Abigail.

Los últimos días los he pasado sumida en la nostalgia por lo ocurrido con Travis, pero ahora simplemente deseo encontrar la paz interior y sanar todas las heridas que quedaron abiertas en mi corazón.

Mientras me coloco el vestido, algunas lágrimas escapan de mis ojos al recordar los momentos felices que compartí con él. A pesar de que Travis sigue buscándome y tratando de hablar conmigo, he decidido mantenerme alejada de él y de todos los problemas que invaden mi mente en este momento. Mi prioridad es recuperar mi salud, ya que después de la discusión me sentí mal físicamente al día siguiente, producto del estrés y los movimientos bruscos que tuvimos.

Pero hoy me siento mucho mejor. Mi cuerpo ya no está cargado de pesadez, los dolores de cabeza han desaparecido y el insomnio ya no es un problema. Estoy en paz, enfocada en mi proceso de sanación y bienestar.

Justo en ese momento, el timbre de la casa suena, y me apresuro a terminar de arreglarme para abrir la puerta.

Puede que sea Dinah o Abigail.

Salgo de la habitación y me dirijo hacía la entrada para abrir la puerta. Me encuentro con un repartidor, lleva en mano unas flores blancas con una nota en ellas y una caja negra.

—Buenas noches, entrega.—Murmura el hombre extendiéndome la libreta para que firme.—¿Le ayudo?—Se ofrece.

—Gracias, no es necesario.—Firmo sin dejar de ver lo que lleva en las mano.
Él me entrega las flores y la caja con un gesto amable, y en cuanto tengo la oportunidad las tomo y cierro la puerta tras de mí.

Es evidente que es él quien envía estos regalos, ya que ha estado llamando a mi puerta en varias ocasiones, tratando de encontrarme, pero he decidido no salir a su encuentro. Incluso cuando salgo de la universidad, trato de evitarlo para no tener que enfrentar la situación incómoda que se ha creado entre nosotros.

Mi casa está llena de las flores que sigue enviando, y no sé qué hacer con ellas. Decido abrir la caja y me encuentro con otra más pequeña de color azul. Al abrirla, descubro un brazalete y un dije con la figura de dos personas en paracaídas.

Este gesto me conmueve profundamente y me llena de nostalgia por el significado del obsequio. Me hace recordar que él siempre está presente en mi mente, a pesar de mis esfuerzos por alejarlo de mis pensamientos.

Abro el sobre que acompaña al regalo y leo las palabras que me ha escrito.

Eres capaz de superar cualquier desafío, incluido este que estamos enfrentando. Reconozco mi error y asumo las posibles consecuencias que pueda acarrear. Si elegirte fue un error, lo aceptaría una y otra vez, pero no podría soportar estar separado de ti ni un solo día sin poder escucharte. La idea me aterra. Eres la persona más importante en mi vida y lamento profundamente si mis acciones te han herido. Te prometo que nunca he traicionado lo nuestro, te amo. Por favor, permíteme verte.

T.

Sus palabras me conmueven y me hacen dudar de mis decisiones anteriores.

Estoy sufriendo en silencio, sin que nadie lo sepa. Mis noches son largas y dolorosas. Siento que no puedo seguir así. No sé si darle la oportunidad de hablar y explicarse, aunque tengo mis dudas sobre lo que pueda decirme.

El saber que me ama de verdad es algo que me llena de alegría y esperanza, ya que siempre he temido estar con alguien que no me valore o que esté conmigo por mera costumbre.

You Will See Me Again ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora