Capítulo 30

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4 MESES DESPUÉS

Viernes

Mamá ha regresado y se ha divorciado finalmente de papá, al principio le veía a papá que la estaba pasando mal. Papá se ha mudado a su anterior hogar, ayer pude verle tranquilo y ocupado en su empresa, al igual mamá. Ambos adquirieron bienes inmuebles y para ellos eso no fue una preocupación. Abigail se ha venido a vivir con mamá ya que su ex novio es un loco desquiciado que quería hacerle la vida imposible y ella quiere estar lejos de su país. Quiere hacer una nueva vida porque le ha afectado mucho.
Tengo una buena, bonita y sana relación con Travis, siempre trata de hacerme sentir bien en los malos momentos, está allí apoyándome y motivándome. Es el hombre de mi vida, le quiero mucho en mi vida y no me imaginaría una vida sin el a mi lado.

Estoy terminando de prepararme para saltar de nuevo en paracaídas con el. Pasará por mi en cuanto le avise que estoy lista, Gracias a Dios se encuentra cerca en su hotel.

Abigail ha pasado la noche conmigo y me está ayudando a elegir accesorios cómodos para estar lista por completo.
Ayer me divertí mucho con Abigail, fuimos de compras y al cine. Decidió pasar la noche conmigo puesto que mamá estaba en una reunión con sus amigas hasta el amanecer y le pedí que se quedara.

—Estás perfecta así.—Dice Abigail tomando asiento en el borde de la cama.

—Gracias.—Le dedico una sonrisa mientras acomodó rápidamente mi cabello y avisarle a Travis que ya estoy lista por mensaje de texto.
Estoy nerviosa porque saltaré una vez más en paracaídas. No quiero morir en el intento.

Después de unos cuantos minutos de haber estado lista y enviado a Travis, el ha llegado.

—Te veo luego.—Le abrazo fuerte.

—Cuídate.—Me dice rápidamente en tanto salgo de la casa.
Al salir de la casa observo a Travis bajando de su auto y abriéndome la puerta del copiloto.
Travis lleva un atuendo sofisticado, intelectual y clásico a la vez, literalmente deportivo.

—Siempre estás hermosa.—Me sonríe.

—Gracias.—Le planto un beso fugaz en los labios para enseguida subir al auto con su ayuda.
Al subir al auto también recibe una llamada.

—Permíteme.—Me dice tomando su teléfono y contestando.—Buen día señorita Hughes... cancélelas... bien.—Cuelga y pone toda su atención en mi. Lo más seguro es que haya cancelado junta de conferencias.—¿Estás bien?—Me pregunta comenzando a conducir.

—Si, solo que estoy nerviosa.—Le contesto angustiada.

—No te preocupes, dime si no estás preparada.—Me toma la mano.

Nos encontramos en el cielo con los trajes especiales listos para saltar. No estoy tan nerviosa como la primera vez.

—¿Lista?—Me dice Travis mientras me sujeta con el. Estoy tranquila ya que saltaré junto con el.
Asiento y en seguida nos lanzamos al vacío.
Se siente más como si me encontrara flotando. Si bien puedes perder el aliento por unos segundos por los nervios hacia el salto. Y esta vez el salto es acelerado.
Cuando se abre el paracaídas, además del peso, hay fricción proporcional al cuadrado de la velocidad que actúa. Puedo notar nuestro propio peso. Dado que la densidad del aire es mucho menor que la densidad del cuerpo, la flotabilidad del aire es insignificante. Y miles de malos pensamientos invaden mi mente en el minuto ocho pero ya nos encontramos cerca. Hasta que finalmente aterrizamos.

—¿Te sientes bien?—Me pregunta ayudándome a quitar el equipaje que debía tener y toca mis labios. Estoy feliz de haberlo hecho por segunda vez, mi yo de antes no lo creería.

You Will See Me Again ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora