Travis ha ido por mi, hemos llegado a un campo donde se supone que se practica golf y hay un hombre humedeciendo las plantas. Al vernos se acerca a nosotros y Travis deja a un lado el equipamiento.
El hombre y Travis estrechan sus manos para luego presentarme.
El campo es lejos con una sola casa cerca, el césped es muy verdoso y radiante, perfecto para jugar.El hombre se ofrece de ayudante pero Travis niega amable y el hombre se retira dejándonos a solas con una sonrisa.
—Ven.—Me dice Travis dando un palo.
Le sigo a un metro, el coloca el tee cerca de mi y coloca la bola de golf. Y puedo ver que no es tan sensible a los rayos del sol, se le ve realmente guapo, su aroma a quedado por completo en mi nariz.
Lleva unos pantalones beige, una camisa blanca, y una gorra blanca.Me gusta Travis, es un hombre atractivo y extremadamente apuesto.
—¿Te ayudo?—Interrumpe mis pensamientos arqueando una ceja.
—Lo decía en serio cuando te comenté que nunca he jugado golf.—Le digo haciendo un mohín de tristeza.
Saca unos guantes del bolso que lleva y se acerca a mi.
—Debes jugar con guantes para proteger tus manos y evitar lesiones y mejor aún para un buen agarre del putter.—Dice quitándome el palo y dejándolo a un lado para ayudarme a colocarme los guantes.
Eso no lo sabía pero todos los días aprendemos algo nuevo.
—Gracias.—Le agradezco con una sonrisa de vergüenza.
—Me recuerdas a mi hijo Lucas por primera vez.—Me dice dándome el putter de nuevo.
—¿Y aprendió?—Le pregunto.
—Si, terminó de entender las reglas gracias a GTA, un videojuego que suele jugar.—Me contesta.—Debes abrir un poco las piernas.—Dice tratando de ayudarme para dar un buen lanzado.
Travis es muy bueno jugando golf, le gusta. Después de haberme enseñado, dió varios hoyo en uno como lo llama el, no podía creer cómo lo hacía para mi era imposible, el golf no es para mi.Hemos terminado, es las seis de la tarde ya el sol se está yendo y siento sofoco del calor pero Travis me ofrece agua.
Me abre la puerta del copiloto.
—Gracias.—Me subo.
Cierra la puerta, camina hacia la otra puerta del piloto, se sube y enciende el auto.
—¿Estás bien?—Me pregunta confuso.
Estoy enrojecida, hemos tomado mucho sol hoy y no pienso hacerlo más, me ha dado fatiga.—Si.—Miento soltando una risa.
Travis enciende el auto y conduce.
—Iremos a cenar, así que espero que tengas hambre.—Me dice.
No me veo presentable para ir a cenar, en cambio el sigue estando increíblemente perfecto.
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You Will See Me Again ©
عاطفيةEn el lienzo de la vida, se traza una historia de amor etérea entre Jayden Lane, una joven de veinte años rebosante de simpatía y singularidad, y Travis Gunnarghersi, un hombre de virtudes exquisitas: sensatez, carisma, respeto, paternidad solitaria...