Capítulo 8

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Al día siguiente, me sentía débil y con dolores por todo el cuerpo. Tomé una ducha larga y caliente. Cuando bajé a encontrar a mi madre, me encontré con unos panqueques y una nota que decía "volveré pronto -mamá".
Una vez que terminé de comer, me dispuse a barrer la casa. Así que tomé mis audífonos y prendí la música a todo volumen. Cuando de la nada, sentí unos ojos. Sus ojos, mirándome fijamente.
Levanté la vista y en efecto ahí estaba. Parado y sin inmutarse. Me quité los audífonos y le devolví una mirada sería y llena de odio.
-Aléjate de mí-le espeto bruscamente- ni creas que me voy a ir contigo.
-Lamento informarte, que no tienes opción-me respondió con un tono burlón.
En un abrir y cerrar de ojos, estaba junto a mí. Tomando de mi mano. Sin apartar la mirada ni un segundo de mi, pegó su cuerpo al mío.
Estábamos frente a frente, nuestras narices a centímetros de trocarse. Yo podía sentir su aliento contra mi cuello.
-No te resistas-escucho en mi mente.
En mi vientre, aflora una sensación que nunca antes había sentido. Y nublada por estos nuevos sentimientos, volteo la cara dándole total acceso a mi cuello.
Lentamente, comienza a formar un rastro de besos hasta llegar a mi odio que también besa. Con sus manos suaves toma mi cara y me obliga a verlo a los ojos. Esos hermosos y penetrantes ojos amarillos que envían ondas hasta mi sexo. Lo deseo.
Desvío un momento la mirada hasta sus labios. Esos carnosos y rojos labios esperando a ser besados. Los tiene entreabiertos, como esperando. Y como si leyera mi pensamiento, me besa.
Es un beso apasionado, llenos de calor, lujuria y bestialidad. Aprisiona por completo mi boca y la explora sin permiso con su lengua. Siento como mi cuerpo comienza a reaccionar ante su tacto.
De repente, suspende el beso. Se separa tan bruscamente como todo comenzó y en sus ojos ahora se ve el desprecio.
-¿Te acostaste con alguien?-dice enfurecido. Sus ojos irradian furia y su pecho comienza a subir y a bajar rápidamente.
Comienzo a retroceder, me está asustando.
-Ohh no, ahora sí que vas a ver-en mi cabeza resuenas esas palabras. Toda mi exitación se trasforma en miedo.
Comienza a caminar hacia a mí diciendo algo. Pero no logró entender nada, porque justo después, me desmayo.

Tomada por la BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora