A cinco centímetros. [YOONMIN]

8. Jimin de YoonGi.

Solo como en aquel momento

No estas aquí 

Y aún tengo ese "adios" rondando en mi cabeza

Tiempo al tiempo, es suficiente

Hay una cosa que no cambia.

Todavía confío en ti

DaeHyun - You.

–YoonGi... YoonGi... Despierta YoonGi... –aquella voz sonaba como un susurro para los oídos de YoonGi, Jimin le movía levemente –tenemos que ir al hospital para que te quiten las puntadas YoonGi, despierta.

–¿Por qué no mejor vamos cuando despierte? –respondió con voz ronca y malhumorada mientras se removía en la cama, acomodándose en posición fetal; ignorando completamente la presencia de Jimin.

–Si no te levantas llamaré a Jin Hyung –dijo el menor poniéndose de pie.

Aquellas palabras parecían ser las palabras mágicas que hacían que hasta un muerto se levantara.

YoonGi abrió los ojos y se levantó rápidamente.

–Cuidado, puedes lastimarte, aún no está cicatrizado completamente.

–Eish, es culpa tuya –dijo en tono malhumorado aún –sal, quiero cambiarme.

Jimin sonrió victorioso –volveré dentro de cinco minutos y si vuelvo y estás dormido de nuevo voy a llamar a Jin Hyung ¿entendido?

Yoongi asintió y Jimin salió, dejando a un YoonGi algo adolorido por aquel movimiento brusco

Habían pasado alrededor de dos semanas desde el incidente y ambos habían descubierto bastantes cosas el uno sobre el otro.

Jimin no podía dormir mucho debido a que temía que YoonGi se lastimara mientras dormía y el miedo lo hacía mantenerse despierto hasta que escuchaba que el rubio despertaba, o bien, caía dormido por el cansancio en el sofá de la estancia.

Jimin se lanzó sobre aquel sofá mientras esperaba a YoonGi, soltó un leve suspiro y cerró un poco los ojos.

YoonGi no era idiota, él sabía lo que Jimin hacía.

YoonGi sabía que había noches en las que el castaño no dormía por estar al pendiente de él, y aquello le causaba guerras dentro de sí.

Pero le gustaba aquel detalle.

Ver a Jimin recostado con los ojos cerrados le hacía cuestionarse si debía despertarle o dejarle descansar.

YoonGi se acercó levemente y se sentó a un lado.

–Jiminie... –susurró picando un poco la mejilla del menor –Jimin...

El menor cerró levemente más los ojos arrugándolos un poco.

–Jiminie... Despierta... Es tarde...

Jimin arrugó un poco la nariz para seguido abrir los ojos rápidamente.

–¿¡QUÉ HORA ES!? –gritó exaltado, levantándose rápidamente y empujando a YoonGi por accidente.

–No tenías que ser tan agresivo... –susurró poniendo las manos sobre su pecho y sobando un poco el lugar que recibió el empujón.