"Amor, me dejaste sin decir nada
Me dejaste cariño
Amor, me atrapaste en la tristeza
Me atrapaste cariño
Nuestro final está tan lejos ahora
La última línea está vacía.
Hasta que pueda encontrarte, este final no sucederá
Amor, estoy en el mismo lugar al final"Love-Taemin.
Veintiséis de noviembre.
Ese día YoonGi llevó a Ha Na al centro comercial junto a Jimin, concediéndole todo lo que la pequeña quisiera, comprándole un nuevo celular pues, después de haber lanzado el suyo por la ventana del auto no se le había dado otro, algo de ropa y comiendo en aquella plaza, la cual, a menos que tuvieses buena cantidad de dinero, podías ir a ella.
Ha Na estaba triste, sabía que después de aquel día o tal vez esa misma noche, ya no volvería a ver a su hermano mayor en al menos siete meses; sin embargo, aún sabiendo aquello, intento darle sus mejores sonrisas al rubio.
–YoonGi... –susurró la pequeña, observando a su hermano con cierta ternura y melancolía en la mirada.
–¿Sí? –YoonGi rápidamente miró a la menor –¿sucede algo, pequeña?
–Debes prometer que te comportarás y harás lo posible por salir antes de ahí –dijo con un ligero reproche en la voz
YoonGi sonrió levemente –sí, me portaré bien, aunque no sé si eso influya en si salgo antes o no...
Al escuchar aquellas palabras, en el rostro de Ha Na se dibujó una leve mueca triste, era obvio que ella no quería separarse de su hermano, mucho menos después de la muerte de su madre, YoonGi era todo lo que ella tenía...
Pero una pequeña idea le cruzó por la mente; ella no estaría sola en realidad.
Pues gracias a su hermano, tenía a HoSeok, quien consideraba como parte de su familia, pues desde que ella tiene memoria HoSeok había estado con su hermano, en buenas y malas, también ahora estaba Jimin, su cuñado que cuidaría de ella durante la ausencia de YoonGi; también NamJoon y Jin quienes podían pasar por sus tíos debido a como cuidaban de ella.
Realmente; YoonGi había conseguido formar una extraña familia sin lazos de sangre, pero a pesar de todo, sabía que podía confiarles la vida y estaría bien.
Al final del día, Ha Na tomó su celular y decidió tomar una foto con su hermano y su cuñado. Resultó ser una foto en la que todos tenían mirada triste y una enorme sonrisa en los labios.
A Ha Na aquello no le gustó.
Eran las seis de la tarde, Ha Na empacaba todo para subir las maletas al auto de NamJoon, pues regresarían a Busan aquella noche junto a NamJoon y Jin.
–Promete que te cuidarás mucho y que te portarás bien –dijo de nuevo Ha Na, mientras abrazaba al rubio.
–Lo haré, y tú, concéntrate en tus estudios, quiero volver y ver a mi pequeña niña con buenas calificaciones ¿de acuerdo? Hazme sentir más orgulloso de ti –Ha Na asintió –bien.
YoonGi se preocupaba por Ha Na, pues esos días la veía más pequeña, más vulnerable.
En Busan, era una niña de catorce años que jugaba y reía; en Daegu antes de que YoonGi descubriera aquello, Ha Na era una chica de catorce años que se apartaba de todos, tenía malas calificaciones y parecía odiar a todo y todos salvo a su hermano; pero aquellos días, parecía ser una niña de apenas ocho años, a quien se le arrebataba todo lo que tenía.
NamJoon y SeokJin se despidieron de HoSeok, Jimin y YoonGi; despedidas cortas, simples hasta luego, sabrían que habría una próxima vez y se volverían a encontrar todos juntos de nuevo.
HoSeok se despidió también, decidió que esa noche debían estar solos Jimin y YoonGi; dijo hasta luego a su mejor amigo y emprendió su camino.
–¿Deberíamos hacer...? –preguntó el castaño, algo cohibido.
–No quiero –respondió YoonGi, observando como Jimin hacía una mueca de confusión –no quiero que sea como una despedida desesperada, quiero que cuando te vuelva a ver, sea mejor como un reencuentro –sonrió, Jimin asintió y envolvió a YoonGi en un abrazo; en aquella camita individual apenas podían estar ambos, pero no importaba, porque así podían sentir más el uno del otro –la cuidarás ¿verdad? –susurró YoonGi.
–Lo haré, también te mantendré al tanto de todo lo que ella haga –YoonGi asintió levemente –serán solo seis visitas...
–Sólo seis, pues el séptimo mes irás por mí, volveremos a Busan y continuaremos con nuestra vida, lo prometo –susurró dejando un beso en la mejilla del menor.
Aquella noche, YoonGi no pudo dormir, sabía que al día siguiente los policías vendrían y lo llevarían, se preocupaba por su castaño que había insistido en quedarse hasta el día siguiente.
Y si Jimin pudiese elegir, elegiría ir a esa cárcel junto a YoonGi y compartir aquella condena, si Jimin pudiese elegir, elegiría toda una vida a lado de YoonGi, no le importaba si vivía bajo un puente, si estaba con YoonGi, sería el puente mas bello, más perfecto, un lugar ideal; pues para Jimin, cualquier lugar que comparta con YoonGi, es el mejor.
Eran las siete de la mañana cuando el timbre sonó, YoonGi seguía dormido, fue Jimin quien se levantó para abrir la puerta; era HoSeok quien tocaba.
–¿Y el condenado? –dijo sin ganas, intentando bromear, fallando rotundamente.
–Sigue dormido.
–Despiértalo, en una hora vienen por él, tiene que comer algo, la comida allá debe ser horrenda.
El menor asintió y fue directamente a la habitación a despertar al rubio, se llevó la sorpresa de que, aquel chico quien normalmente era difícil de despertar, esta vez sólo fue necesario un simple movimiento y un leve "amor, despierta" para que YoonGi abriera los ojos y se sentara en la cama.
–¿Ya es hora de irme? –el castaño negó y el rubio frunció el ceño –¿entonces, por qué me despiertas?
–HoSeok ha venido, hay que desayunar, no sabes que clase de comidas te esperen allá.
Desganado, el rubio se levantó de la cama, tomó la ropa que el castaño le ofrecía y se cambió y en menos de diez minutos ya estaba en el comedor, donde HoSeok había servido ya el desayuno que había hecho antes de ir ahí.
–Has mejorado bastante en la cocina –dijo YoonGi observando a HoSeok –sabe muy bien, felicidades.
–He vivido sólo desde hace un tiempo ya, tenía que mejorar o moriría intoxicado con mi propia comida.
–Nunca lo mencionaste ¿pasó algo? ¿y tu madre?
–Se fueron a Seúl, yo decidí quedarme porque, debía cuidar de tu madre... Aunque creo que no lo hice bien...
–No es tu culpa... ¿qué harás ahora? ¿irás con ello? –el de cabellos azabache negó con la cabeza levemente.
–Pensaba ir a Busan, pero aún no lo decido, no sé si encuentre buenos departamentos.
–Puedes quedarte con Jimin en lo que yo regreso, si gustas... Pero ni se te ocurra tocarlo.
Aquella amenaza hizo reír al par de chicos –descuida, disfruto vivir como para tocar a Jimin –dijo entre risas HoSeok.
Y entre charlas y algunas risas, el tiempo voló y cuando menos lo pensaron, la hora de partir llegó y YoonGi, debía de irse.
Continuará...
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A cinco centímetros. [YOONMIN]
FanfictionAunque ya no este, quiero que me recuerdes, que me sientas, que me escuches, anque ya no me veas más, pues siempre estaré a 5 centímetros de ti... #Finalizada.