Capítulo 23.

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            Capítulo 23.

            Centro de Mando del arcángel Miguel.

            Elizabeth estaba perpleja. ¿Ella, embarazada? ¡No podía ser, los ángeles no se embarazan! Pero Miguel había dicho que ella sí podía hacerlo por ser un ángel transformado, ya que su cuerpo sólo se purificó pero siguió conservando las características de un humano, con capacidad reproductiva incluida. Y, muy en el fondo, Elizabeth ya lo sabía.

De humana, nunca estuvo embarazada, obviamente, pero sí había visto a una prima muy lejana, de recién casada, experimentar mareos constantes, náuseas matutinas y desmayos frecuentes, y dar a luz a un hermoso bebé nueve meses después. Elizabeth no había presentado los desmayos, ni ninguno de los síntomas como tal, pero sí había experimentado cierta sensación de pesadez en el cuerpo, un cansancio generalizado y la sensación de tener algo increíblemente cálido en su interior. ¿Serían ésas las señales de un ángel embarazado? El mismo concepto resultaba risible en extremo. Sin embargo, Miguel se lo había confirmado, Elizabeth sí estaba embarazada, y ella quería saber cómo había sido esto posible, dado que el supuesto padre, es decir, Alessandro Lua, era un ángel creado, estéril por naturaleza. ¿O no?

-          Hace tiempo, te obsesionaste con el libro "Ángeles de todo tipo".- dijo Miguel, cuando hubo tomado asiento frente a la joven.- Ahí, debiste haber leído que existen tres clases de ángeles: los ángeles creados, como Irinia y Osmar, los ángeles transformados, como es tu caso, y los ángeles nacidos. Hay, además, una cuarta clase de ángel, no especificada en el libro por no ser considerada por algunos seres de luz como una categoría aparte, que son los ángeles renacidos, los cuales son aquéllas almas de seres humanos que al morir llegan al Cielo y son transformados en ángeles guardianes de sus seres queridos. Muchos los consideran como un subtipo de ángeles creados, debido a que se forman a partir del alma, que es la esencia de un humano, por eso es que no vienen especificados en el libro. En fin, lo que nos importa ahora es el tema de los ángeles nacidos, ¿cierto?

-          Así es.- asintió Elizabeth.- Y cuando te pregunté sobre el asunto, no fuiste muy específico al respecto.

-          Eso es porque un ángel nacido es un hecho extraordinario, tan extraordinario como puede ser la conversión de un ser de otro tipo a ángel, algo que ocurre muy de vez en cuando.- respondió Miguel, encogiéndose de hombros.- Hasta la fecha, no han sido muchos los que he visto, y dado que son considerados como auténticos designios del Ser Supremo, no debo informar demasiado sobre ellos.

-          Me dijiste hace tiempo que sólo hay uno por cada generación.- continuó Elizabeth.- ¿Significa eso que este ángel será único en esta era actual?

-          No lo puedo asegurar con exactitud.- contestó el arcángel, a la evasiva.- Cuando te dije que había uno por cada generación, me refería a que cada ángel transformado o nacido sólo tiene la semilla para procrear a un único ángel en toda su existencia. 

-          ¿Me estás diciendo entonces que de verdad estoy procreando a un bebé?.- cuestionó Elizabeth.- ¿Voy, en serio, a dar a luz a un ángel?

-          Sí, Elizabeth, es cierto.- asintió Miguel, mirándola con empatía.- Entiendo que esto debe ser demasiado para ti, yo tampoco lo entiendo bien, con todo y que no es la primera vez que hago este tipo de declaraciones a uno de mis ángeles.

-          Si ya sabes qué es lo que sucede, explícame entonces cómo es que he quedado embarazada.- pidió Elizabeth, apremiante.- ¿Qué fue lo que pasó? ¿De quién me embaracé, si no fue de Alessandro?

Alas de Libertad: Senda del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora