Capítulo 25.
Castillo de Vajk y sus terrenos.
Derek Vajk crecía a pasos agigantados. Nadie sabía cuál era el ritmo de crecimiento normal de un súcubo vampiro, pero debía ser normal que el pequeño se desarrollara tan rápido. Debido a su sangre demoniaca, a él no le molestaba la luz del día, así que a le gustaba salir a jugar con la última camada de cachorros de Katka y Ludwing. Adyra estaba siempre al pendiente de su hijo por el día, mientras que Neal lo vigilaba durante la noche. Era evidente que Derek desarrollaría algún tipo de habilidad sobrenatural, su fuerte aura así lo vaticinaba, aunque sus padres no sabían aún qué poderes tendría. No corría prisa, conforme fuera creciendo más, su fuerza sobrenatural maduraría por sí sola.
Durante un tiempo, hubo cierta tranquilidad en el castillo; con la presencia de Derek, los hábitos de los duques se habían modificado bastante. Neal a veces observaba a Adyra cuidar a Derek en los enormes jardines de la fortaleza, deseando poder estar con ellos; ni él ni Adyra sabrían lo problemático que podría resultar el que el vampiro no pudiera salir del castillo durante el día, hasta que Rosier hizo acto de presencia.
Una mañana, Adyra quiso llevar a Derek a los límites del terreno del ducado de Vajk. Él aún era muy pequeño, pero ella deseaba enseñarle a usar sus alas negras cuanto antes, así que se marcharon a un claro ubicado en los límites del terreno perteneciente al duque, acompañados tan solo por dos licántropos. Adyra insistía en que no necesitaba acompañantes, pero Neal presionó para que no se marcharan solos. Todo parecía indicar que ése sería un día normal como cualquiera, con Derek riendo como bebé, tratando de usar sus diminutas alas, cuando se dejó sentir una presencia fuerte y demasiado conocida. Adyra se apresuró a tomar a Derek entre sus brazos justo en el preciso momento en el que Rosier aparecía frente a ella.
- Querida, cuánto tiempo a pasado.- sonrió la diablesa.- Mi nieto está ya bastante crecidito.
- ¿Qué quieres?.- bramó Adyra, protegiendo a Derek entre sus brazos.- Pensé que no te atreverías a aparecerte por aquí de nuevo.
- Sólo estaba dándote un breve descanso.- replicó Rosier.- Me siento ofendida porque no tuviste la cortesía de invitarme a tu casamiento... Ni tampoco al nacimiento de mi nieto.
- No pensé que tuvieras deseos de asistir.- dijo Adyra, mordaz.- No eres precisamente lo que se considera una "madre" cariñosa.
- Honestamente, querida, no me agradó que te unieras a ese vampiro... En un principio.- Rosier sonrió misteriosamente.- Pero no puedo dejar pasar algo tan importante como el nacimiento de ese niño. Es un ser único, lo sabes, ¿verdad? Mitad íncubo, mitad vampiro, una combinación que se ve sólo una vez en más de 1000 años. No puedes esperar que ignore algo así; al fin, mis planes están dando frutos, a pesar de tu terquedad y rebeldía. ¿Quién diría que funcionaría tu fertilidad con un vampiro? Irónico, ¿cierto?
- Eres una desgraciada infeliz.- respondió Adyra, furiosa.- Soy uno de tus experimentos, y me usaste para pagar los favores que obtuviste cuando me creaste. ¡Y ni siquiera fuiste capaz de decirme la verdad de las cosas!
- ¿Para qué?.- Rosier hizo una mueca.- ¿Para que lo echaras todo a perder? Por supuesto que no; fíjate, aún sin decirte nada, estuviste a punto de arruinar las cosas. Pero al final, las cosas salieron mejor de lo que pensé. Hubiera preferido que esa chismosa Lilith no viniera a contarte la verdad, pero ahora me ahorraré explicarte el por qué me voy a llevar a ese niño. Me pertenece por derecho, ¿estamos de acuerdo?
- ¡No vas a acercarte a mi hijo!.- negó Adyra, escondiendo aún más a Derek entre sus brazos.- Primero me matas antes que tocarlo.
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Alas de Libertad: Senda del Destino.
RomanceCuatro almas que buscan la libertad, a través de sus actos y no de sus profecías. Una historia sobre el libre albedrío y el futuro predestinado. Tercera historia de la saga "Alas de Libertad". Dibujo de portada: Lily de Wakabayashi. Dibujos de capít...