Capítulo 46

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Llegamos a la casa no mucho después, a Derek le hace mucha gracia que cuando acelera me agarro a él con más fuerza, cuando le da la risa se mueve y vota en el sitio, Y como me da miedo caerme me agarro aún más fuerte, lo que le provoca aún más risa.
Aparcamos los vehículos junto a la puerta y nos bajamos de la moto y los chicos salen de la furgo y Brandon con cara de pocos amigos.
—Vais a abrir la puerta ¿o qué?—dice este a la defensiva
—Puedes abrir tú también—digo a la vez que atravieso la entrada de fuera.
—¿Cómo? Si no tengo la llave—dice vacilón.
—Yo tampoco—respondo de igual manera.
Coloco una silla, que saqué de la casa antes de irnos, debajo de la ventana,  me subo en ella e intento impulsarme para subir a la ventana, pero no llego y escucho una risa, la cual no necesito darme la vuelta para saber de quién es, Brandom.
—No me hace gracia
—Pues a mi si
Le miro mal,y este me devuelve la mirada.
—Anda, ven aquí y haz algo útil—se acerca, como se queda Parado, le cojo de las manos y las coloco en su lugar, para que me sea fácil impulsarme, así lo hago y consigo sentarme en la repisa y paso mis piernas al interior de la habitación, no me molesto en revisar la casa ya que estuvimos aquí ayer, el problema fue que no encontramos la llave de la casa, por lo que cada vez que salgamos uno debe cerrar la puerta desde dentro y salir por la ventana.

Abro la puerta permitiendo que pasen los chicos.
Tod y Rex entran corriendo jugando el uno con el otro, me gusta ver a Tod, Él fue mi único compañero durante mucho tiempo.
Aunque sinceramente, creo que no volveré a sentirme tan sola, ahora veo que hay mucha gente a mi alrededor, incluso más que antes.

Apocalipsis ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora