Capítulo 48

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¡POV DEREK!
con zancada enérgica, alcanzó mi moto y me subo en ella; el viento golpea mi rostro cada vez a más velocidad, haciéndome sentir liberado y cada vez menos tenso; no tengo claro ni adónde voy, solo sé que necesito alejarme de esa casa por unas horas, en realidad, no necesito alejarme de la casa, sino de Kara, de ella y de las miradas que sin darse cuenta le lanza a Brandon.
Ni siquiera sé porque me molesta tanto, puede estar con quien quiera, pero aún así me sigue molestando.
Parezco un novio celoso, pero nada que ver, para mí Kara es como una más de mi familia, quizá la hermana menor que nunca tuve. Pese a saber que sabe defenderse mejor que yo sí llega el caso, no puedo evitar estar pendiente de ella, en especial a lo que se refiere a "su novio". Realmente me parece increíble como una chica a la que conozco desde hace tan poco tiempo, me ha conseguido calar tan hondo.
Por lo visto, a mí me importa más ella, de lo que yo le importo a ella; de eso no me cabe duda, solo esperaba que se molestase un poco más en comprenderme.

No mucho más tarde, la máquina de dos ruedas me indica el poco combustible que le queda, por lo que me veo obligado a parar en lo que en su día sería una gasolinera en condiciones, cosa que ahora evidentemente no es.
Nada mas entrar, lanzó una fugar ojeada a todo mi alrededor, pero ningún muerto hace acto de presencia por el momento; segundos después me azota un fuerte olor a putrefacción, con el cual no puedo hacer otra cosa que subir el cuello de mi camiseta hasta cubrirme la nariz e intentar no respirar muy hondo. Tras girar unos cuantos pasillos, me encuentro con lo inevitable; dos zombies intentan comerse lo que queda de algún desafortunado que tuvo la brillante la idea de ir por ahí sin nada más que un cuchillo, el cual aún es sujetado por su inerte mano; antes de que los monstruos carroñero se me vean les lanzó una bala a la cabeza que les atraviesa el cráneo.
Continuo caminando a través de los pasillos hasta alcanza la sección de mecánica y hallar al fondo del lúgubre lugar unos bidones llenos de gasolina. Tras llenar el depósito sigo con mi tour a lo largo de la ciudad hasta la caída del sol, lo cual decido qué es la hora de volver a la casa e intentar dormir.

Aparco la moto enfrente de la casa y me encamino al interior de esta; atravieso al puerto en ese mismo instante me encuentro con la mirada de Alice la cual enseguida me pregunta si estoy bien, con un simple asentimiento de cabeza le contesto y continuo mi paso hasta llegar a la altura de la escalera y mi camino se ve interrumpido por las voces Brandon y Kara en la planta de arriba.
—Si quieres hablar con Kara, mejor no subas al cuarto, está con Brandon—comenta Alice
—No pensaba hacerlo—digo con simpleza

¡POV KARA!
Tras darme por vencida en la recuperación de las llaves, me tumbé en la cama e intente dejar de pensar y dormirme un rato; hasta que Brandon decidió entrar sin llamar; y así sin comentar ni decir nada, se tumbó a mí la da abrazándome por la espalda.
—No podía dejarte ir de nuevo—dijo—no podría soportar que algo te pasase, eres demasiado importante para mí como para permitirlo
—Lo sé—me giré  para encararlo y es en ese momento fue cuando me dio un beso en la frente y conseguí  quedarme dormida.
Tras despertar estuve hablando con Brandon, hasta que note revuelta en la planta baja y con gran agilidad descendí todas en las escaleras hasta aparecer en la cocina donde se encuentro con Derek, su mirada se cruza con la mía, y sin dudarlo mucho le rodeó el cuello con mis brazos.
—¿Estás bien?—digo con preocupación
—Sí—dice en un suspiro posando sus manos sobre mis caderas y apartándome suavemente.
Me le quedo mirando con algo de decepción y tristeza y justo cuando va a girarse para marcharse, se escucha la voz de Brandon procedente de la escalera hablando alto y claro en dirección a Derek.
—No hace falta que seas así de frío con ella. Si no fue detrás de ti a buscarte, fue por qué no la deje, no por qué no quisiera hacerlo. Así que, si la quieres pagar con alguien que sea conmigo, ella no se merece que la trates así.
—¿Y quién eres tú para decidir qué puede y qué no puede hacer?—le replica Derek
—Pues alguien que se preocupa por su seguridad—sin darme cuenta, los dos chicos han avanzado hasta estar cara a cara.
—Como parece que no entendiste te lo volveré a preguntar— Derek toma aire y continúa—¿Quién eres tú para decidir por ella? O mejor ¿quién te crees que eres? ¿Su guardaespaldas, su abogado, su novio...o qué?
—Tal vez su novio sí

Apocalipsis ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora