capítulo 24

1K 53 2
                                    


Después de por fin lograr calmarla un poco y la sente en el sofá mientras meto su maleta y cierro la puerta, me doy la vuelta para ver a Alison con la mirada perdida y se ve tan indefensa.

Me senté a su lado y llame su atención al notarla todavía ida en sus pensamientos.-Hey Ali, quieres contarme lo que pasó- le dije tomando su mano entre la mía

-Podemos subir a tú habitación?- pregunto y yo asenti de acuerdo y subí su maleta a mi habitación ya adentro deje la maleta y a Alison en mí habitación mientras buscaba el botiquín de primeros auxilios para limpiar sus heridas. Al terminar de limpiar todo, mire a Alison que todavía seguía sumida en sus pensamientos, no había emitido sonido alguno sólo veía un punto fijo en el suelo de mi habitación y eso era algo que me preocupaba.

-Hey, piensas contarme lo que pasó?- pregunte y ella me miro dudosa.

-Emmm, y-yo sólo- tartamudeo indecisa, debatiéndose entre mentir o decir la verdad- está bien, te lo contaré- suspiro.

*Flashback Alison*

Después De dejar a Emily en su apartamento me dirigí a lo que era mi antigua casa en la que sólo mis padres viven ahora.

Pase la puerta principal y sentí una horrible sensación, es esa sensación de soledad que invadía esa enorme casa. Entre a la sala de estar y no había absolutamente nadie.

-Ya estoy aquí- anuncie para saber sí había alguien en casa.

-Estoy en mi despacho- grito mi padre con una voz fuerte y sería.

-Hola, papi- dije sonriendo al entrar encontrándolo de espalda a mi y su típico trago de whisky, se dio la vuelta quedando frente a frente y su mirada fría me atravesó por dentro, su semblante era serio.

-¡papi! Tú no eres mi hija- grito y soltó una risa amarga.

- que pasa? - tartamudeo con desconcierto.

- que piensas que está pasando?- dijo con enojo- que mi supuesta hija anda por ahí con una estúpida besándose por ahí- agregó con veneno y por reflejo cerré mis ojos y el sonido de cristales rompiendose llegó a mis oídos, abrí mis ojos lentamente todavía sin querer ver a la persona que tenía enfrente, al abrirlos me encontré con muchos cristales esparcidos a mi alrededor.

- eh y-yo- trate de hablar pero ninguna frase coherente se formó.

-Tú nada, eres una inútil, crees que tú madre y yo te educamos para esto- grito pero pronto sus grito se sustituyeron por golpes, primero una bofetada y un par de golpes en el rostro que logro partirme el labio y creí que eso iba a quedar en sólo eso, pero pronto sentí otro golpe que me llevó al suelo, pronto los pequeños cristales se hincaron dolorosamente en mi piel, y el dolor era nefasto pero extrañamente no me quejaba ni sentía lágrimas salir de mi, era como si esto no me afectara en nada o no valía la pena soltar una lágrima que demostrara lo mal que me sentía. O tal vez era porque estaba en estado de shock y mi cerebro no sabía como reaccionar. Respiré pesadamente tratando de calmar el dolor, pero nuevamente sus manos se posaron en mi cuello obligándome a levantarme.

- déjame explicarte- roge tratando de detener la presión que ejercía en mi cuello, sentía que no podía más me faltaba el oxígeno y el dolor era tan abrumador que sentía girar todo a mi alrededor.

- tú no tienes que explicar- fue lo único que dijo antes de estrellarme contra la pared con todas sus fuerzas y así perder el conocimiento...

Abrí mis ojos lentamente y un dolor abrumador se hizo presente sentía mi cabeza explotar y mi cuerpo dolía, mi labio inferior estaba hinchado y adolorido y tenía varios cortes producto de los vidrios, con la poca fuerza que tenía logré ponerme de pie y mire a mi alrededor notando que estaba en mi antigua habitación de casa de mis padres, rápidamente corrí hacia la puerta intentando abrirla pero era imposible abrirla estaba cerrada con llave, y mi llave no la traía conmigo ya que nunca vengo aquí.

Comencé a dar vueltas por la habitación con mi cabeza y cuerpo todavía dolorido que no me dejaba pensar pero lo único que tenía claro era que tenía que salir de aquí lo más pronto posible, busque por toda la habitación tratando de encontrar algo que me sirviera para abrir la puerta, hasta que recordé, camine hacia mi mesita de noche y abrí el cajón principal que estaba completamente vacío, lo único que se encontraba ahí era mi llave de repuesto y casi llore de alegría.

Camine hacia mi armario me puse la sudadera más grande que tenía y saqué una maleta y llenandola con lo primero que encontré lo cual no fue mucho, me acerque a la puerta y escuché atenta para asegurarme que el hombre mayor no estuviera cerca, al no escuchar nada puse la llave en la cerradura haciéndola girar despacio, tomé la pequeña maleta y bajé las escaleras en silencio, hasta que pronto me encontré fuera de la enorme casa dejando atrás a la que en un momento de mi vida fue mi hogar y también dejando al que fue mi padre y en lo único en que podía pensar era en ¿que voy a hacer ahora? Sabía que regresar aquí o ir a la universidad no podría estar en mis planes.

*flashback*

En el momento que Alison me contó lo que le había ocurrido me sentí tan impotente saber que no pude hacer nada para protegerla y peor aún sentía que yo tenía la culpa de que todo esto le hubiera pasado. Mire sus manos y tenía cortes de los que no me había percatado que tenía, tomé sus manos con cuidado y comencé a limpiar con alcohol, mientras veía a Alison hacer muecas de dolor.

- que piensas hacer ahora?- pregunte en voz baja.

-No lo se- suspiro- tal vez sea mejor irme lejos de aquí- dijo y mi cuerpo se quedo congelado, la idea de perderla o pensar que este lejos de mi me resultaba tan aterradora.

Destinos InciertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora