Una hora después, ya estábamos esperando. El penúltimo equipo ―el de Stonemount en realidad― ya estaba saliendo a la pista. Yo estaba cagada de los nervios. Casi literalmente. Ya había ido al baño unas tres veces, hasta ahora. Al parecer mi cuerpo desesperadamente hacía un último esfuerzo para liberarme de mi condena. Al igual que de todo el contenido de mi intestino delgado. Pero ahora solo quedaban cinco minutos para salir. La competencia había sido más tensa que los músculos de mi cuello. El equipo de Lincoln claramente había sacado lo mejor de sí. Consiguieran el quinto mejor espacio, por supuesto. No habían fallado ningún salto ni voltereta, y también hicieran ese truco que los hacía ver como flores en plena floración, o fuegos artificiales explotando o algo así. Aun así me imagine que todavía teníamos una oportunidad. Miré a Matt. Él me miraba a mí. Se acercó y me susurró: ―Algo se ve distinto.
El equipo de Stonemount estaba por la mitad de su segunda rutina. ―Laura me puso un poco de maquillaje ―susurré.
Presionó los labios. Movió la cabeza de un lado al otro para poder ver todos los ángulos. —Se ve bien.
―Ahórramelo
―¿Qué significa eso? Me pareció oír que dijiste "lánzate sobre mí."
―¿De qué demonios hablas, "lánzate sobre mí"?
Matt levantó los brazos sobre su cabeza entrelazando los dedos por detrás, con una enorme sonrisa de mierda en el rostro. ―Sí, me imaginé que querías que te cogiera.
Se me cayó la boca. No podía creer que estaba diciendo esto a tan solo unos minutos de salir. ―Eres un cavernícola asqueroso y depravado, Señor Mierda Floja, y preferiría ser golpeada hasta la muerte con un palo lleno de uñas que ―hice comillas con mis dedos―, ser cogida por ti.
―¿Ves? ―dijo con una sonrisa en el rostro.
―¿Qué?
―Palo, uñas, golpes. Vamos, lo quieres duro.
Le di a Matt la mirada de "intento tragarme mi propio vomito."
―No es que yo te lo fuera a dar ―continuó―, porque sé que a ti te gustan las damas. Y no quisiera estropearte eso.
Bueno, eso fue suficiente. Puse mi mejor actitud de gata en celo, y me paré. Acerqué mi rostro a tan solo unos centímetros de él y susurré: ―¿Sabes? De cierta forma tienes razón. Porque preferiría acostarme con Micaela que dormir contigo.
Matt fingió una expresión de dolor y se llevó la mano al corazón. —¡Oh, Ouch!
―Es verdad ―dije enderezándome, y suavemente pasando las manos sobre mi cuerpo, como si en realidad fuera sexy. El equipo de Stonemount terminó―. Por mucho que me gustara continuar con esta repugnante conversación, tengo que ir a patear algunos traseros de porristas. ―Me alineé detrás de Laura y el resto del grupo.
Matt se colocó detrás de mí. ―Hey Princesa ―susurró― Tú y Micaela... ¿puedo mirar?
Resoplé y comencé a dar trotecitos hasta la pista con todos los demás. Típico de Matt. Cualquier otra persona me hubiera dado alguna palabra de aliento, o alguno de esos falsos ánimos. Llegué a mi marca en la pista y me coloqué en mi posición inicial. Matt estaba muy lejos de ser normal, eso era seguro. Pero entonces, él había sacado la competencia de mi cabeza por un minuto. Micaela dijo: ―¿Están listos?
―¡Ok! ―grité. Y me di cuenta de que lo había hecho a propósito. Para que no me pusiera nerviosa.
El equipo y yo nos lanzamos a la posición Steam. Mantuve mis brazos tan rectos como pude, y aplaudí y sonreí como una lunática. Entonces rodamos en Atrapa la Fiebre. En la enorme pirámide del final, la cual desafiaba todas las leyes de la gravedad, todo lo que yo tenía que hacer era arrodillarme sobre una rodilla a un costado, sostener a Lau y levantar una mano. Hecho. Nos desmontamos y nos posicionamos para la última aclamación: Máximo Espíritu. El problema, yo debía estar un paso o dos fuera de mi marca. Comencé bien. Entonces vino el Ruso. Di un salto, me salió bien, pero de alguna forma me moví más hacia la derecha. Ahora, la próxima parte era donde Micaela y Dalila hacían doble volteretas hacia atrás. Laura ejecutó tres pliegues hacia el frente y el centro. Lara Simone y yo apenas levantábamos las piernas a un costado. Lara solo lo hacía para lograr algo de simetría conmigo en la pista. Ella en realidad era bastante buena haciendo volteretas y otras acrobacias. Pero como dije, yo estaba fuera de mi marca.
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Educación para el matrimonio
FanfictionCuando el Director anuncia que cada Senior debe participar en un obligatorio programa de Educación Matrimonial de un largo año, Bianca Di Pascuale cree que su vida no puede empeorar más. Entonces ella se casa con su "esposo" el súper atleta Matt, cu...