Después de la escuela, busqué por todas partes a Gonzalo para poder pedirle disculpas. Finalmente lo encontré fuera de las oficinas administrativas hablando con su amigo Sergio.
―¡Gonza! ―dije mientras corría para alcanzarlos. Sergio saludó con la mano, dijo―: Nos vemos. ―Y se fue.
―Mira ―dije―siento mucho lo de esta mañana. No tienes que cargar con la culpa de eso.
Gonzalo encogió sus anchos hombros y se meció sobre sus talones. ―Nunca me meto en problemas ―dijo―, así que pensé que muy bien podría decir que fui yo, ya que probablemente me dejaría salir con la mía.
―¿Lo hizo? ―pregunté.
Le quitó importancia con un gesto de su mano.
―Todo está bien. No hay problema. ―Parecía desarrollar una fascinación repentina con el suelo de linóleo blanco y azul.
―Oh, ¡uff, menos mal!
Él se acercó a una de los casilleros junto a nosotros y giró la cerradura.
―Y voy a conseguir tu equipo de vuelta también. No te preocupes.
―Vaya, está bien. Genial. Gracias. ―Le di un puñetazo amistoso en el brazo.
―Si hay cualquier otra cosa que necesites, avísame ―dijo. Miró directamente a mis ojos―.Cualquier cosa.―dijo.
Ese cargado "cualquier cosa" flotó en el aire el tiempo suficiente para que varios cualquier cosas posibles se deslizaran a través de mi mente. Tomar un café. Ver una película. Llorar. Salir.
―Me tengo que ir―solté. Empecé a caminar hacia atrás―. Voy muy tarde a la práctica. Es posible que haya una emergencia de agua para ahora. Pero gracias de nuevo.
Dio un paso hacia mí. ―Escupe un poco de mi parte.
Reí falsamente y me despedí con la mano.―Por supuesto. Lo siento de nuevo.Nos vemos.
Él me devolvió la despedida. ―Nos vemos, Bianca.
Me di la vuelta, y medio corrí hacia el gimnasio. Me detuve en el vestuario para llenar el termo de agua, y luego lo arrastré fuera a la cancha de baloncesto. Pero en lugar de las rutinas de porras animadas,
había un silencio total en el gimnasio. El equipo se había agrupado y estaban viendo algo en el piso acolchado. Hasta la vieja Sra. O'Toole había salido de su habitual siesta en la silla para hacerse cargo. Me acerqué y vi a una de las porristas, Dalila Martinelli, de espaldas, con un par de paramédicos inclinados sobre ella. Pusieron uno de esos collares grandes de plástico alrededor de su cuello y una férula de plástico en su pierna. Luego, poco a poco la rodaron sobre un entablado. Levantaron la tabla sobre una camilla y la sacaron.
―¿Qué pasó? ―le pregunté a una de las chicas.
―Jamar la lanzó pero no logró capturarla. Dicen que se rompió el tobillo. Pero tienen que comprobar su espina dorsal también.
―Oh, Dios mío ―dije―. ¿Hay alguien más herido?
―No. Aunque, Jamar está bastante preocupado.
―Apuesto que sí. ―Después de un par de compases, dije―: Así que, ¿supongo que la práctica se cancela, entonces? ―No estaba siendo egoísta. Simplemente me vino a la cabeza. Lo juro.
―De ninguna manera ―dijo enderezándose―.El próximo viernes es la bienvenida. Tenemos el rally de porristas antes en la hoguera. Se supone que debemos mostrar Atrapa la Fiebre. Lo has visto. Ya sabes, ¿aquella con la base en el extremo? ¿El truco de la gran pirámide? Bueno, era una pirámide. Ya no, supongo. Vamos a tener que encontrar algo mejor.
![](https://img.wattpad.com/cover/50210836-288-k584142.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Educación para el matrimonio
FanfictionCuando el Director anuncia que cada Senior debe participar en un obligatorio programa de Educación Matrimonial de un largo año, Bianca Di Pascuale cree que su vida no puede empeorar más. Entonces ella se casa con su "esposo" el súper atleta Matt, cu...