Nos escondimos en un hueco del pasillo rocoso, Keri había visto algo. Asomamos la cabeza con cautela, unos jóvenes se acercaban a nosotros, eran cuatro, tres hombres y una mujer bastante más bajita que ellos, morena con el pelo recogido. Los muchachos vestidos con pantalones azules, los hombres no llevaban camisa y mostraban sus torsos marcados y fuertes. Me fijé en las cuchillas negras que llevaban a los laterales de los pantalones. La mujer a diferencia de ellos llevaba un camisa en forma de cruz que tapaba sus pechos y dejaba su ombligo al aire, ella también tenia marcado el estómago, parecían militantes con esos cortes de pelo, casi rapados del todo. Me fijé en los ojos de Keri, mirando a los chicos como si estuviera hambrienta, me pregunté por qué no se fijaba en la chica en lugar del joven apuesto que pasaba por en frente de nosotras, me pareció ver al joven más alto guiñarle un ojo a Keri, ella respondió con una sonrisa de satisfacción.-¿No son hombres de Darkel?- preguntó Keri al ver que se alejaron por el lúgubre pasillo. Me quedé pensativa, claramente nos habían visto aquí.
-No, si hubiesen sido hombres de Darkel, nos hubiesen cogido.- añadí elevando la voz, unos chasquidos u unos golpes resonaban por las cuevas. Keri siguió el sonido de lo que parecía una pelea, inevitablemente tuve que seguirla. El túnel rocoso parece ensancharse hasta llegar a una gran sala rocosa de columnas. Era una biblioteca con estantes de piedra roja colocada en filas y las paredes, nos escondimos tras una de las anchas columnas. Unas grandes burbujas de luz blanca iluminaban toda la sala, había una pelea al parecer entre los heraclitas de Darkel y los jóvenes vestidos de azul. Me fijé en el joven más alto, tenia una cicatriz bastante notable en el ante brazo, lleno sus fuertes manos de Heracles azul, me fijé en que su Heracles helaba sus dedos llenándolos de escarcha, lo lanzó hacia un heraclitas que contestó mandándole una ráfaga de Heracles, pareció que su Heracles naranja fundió el del joven, ¿Era eso posible? Me pregunté,
-¿Qué clase de Heracles son?- pregunté mientras seguía mirando al joven que luchaba contra el heraclitas. Pero ella se quedó mirándo el combate entre la mujer menuda, su piel morena parecía resplandecer cuando llenaba sus manos de Heracles helado. Darkel... me dijé al verlo salir de detrás de una de las columnas, noté que se me hacia un nudo en el estómago y me temblaban las rodillas al ver como golpeaba con ferocidad a la joven morena. Ella lanzó ráfagas de su Heracles azul hacia él, Darkel las esquivó con demasiada facilidad, el Heracles azul golpeó contra una de las columnas y se formó nieve que se derritió en un instante. Los jóvenes continuaron luchando contra los heraclitas, tuve que apartar la mirada cuando uno de ellos envolvió a un heraclitas entre hilos de humo helado, el pobre hombre quedó congelado y tras un crugido se cayó al suelo, tenia grietas rojas por la cara como si le hubiesen congelado de dentro hacia afuera. Me estremecí al ver a otro de ellos haciéndole lo mismo a un heraclitas que estaba junto a Darkel, me tapé los ojos y escuché gritos ahogados. Noté un movimiento de Keri, abrí los ojos y vi como lanzaba Heracles blanco hacia Darkel, será estúpida. Comencé a gritar para que volviera, pero no me escuchaba. Darkel se dirigió a ella enfurecido tras recibir una de sus rafagas.
-¡Keri!- grité una vez más, noté un leve cosquilleo en mis manos, Keri me miraba confusa y noté que no podía ver mis propias manos, eché un vistazo. No me asusté al ver que mi Heracles me había envuelto en hilos de humo que me hicieron desaparecer ante los ojos de Keri. Una ilusión de que era invisible... De mis manos surgió mi Heracles blanco y lo lancé contra Darkel, lo golpeó inesperadamente y una sonrisa resaltó en mis labios, en seguida la detuve al darme cuenta de que estaba sonriendo por haber atacado a alguien. Noté como el cosquilleo que recorria mi cuerpo se desvanecia, volvia a ser visible. Sin darme cuenta Darkel estaba golpeando a Keri, pero ella parecía estar contraatacano en un frenesí de rabia y agresividad. Sus Heracles blanco y verde resaltaban, golpeaban tan velozmente que no se distinguia quien era quien. Darkel golpeó en el estómago de Keri y me estremecí junto a ella, doblándome hacia delante intentando respirar. Al recuperar mi aliento vi como Darkel agarró a Keri del cuello, ella comenzaba a ponerse roja y los ojos apenas abiertos, reuní el suficiente Heracles en mis manos, pero se me escapó sin poder controlarlo, una ráfaga de luz blanca se avalanzó sobre ellos y recé porque no hiriese a Keri demasiado. Cayeron al suelo rocoso y Keri soltó un grito que le rasgó la garganta al golpearse la espalda contra la pared rocosa, no sentí este dolor de ella, pero al ver como apretaba los dientes con furia supuse lo que debio de dolerle. Darkel se incorporó y camino ágilmente hacia ella, Keri seguía en el suelo y se estremecia cual niña asustada, agitando las piernas para que no se acercase a ella, sus ojos azules reflejaban el pánico que tenia, Darkel agarró su muñeca y la levantó del suelo de un tirón, corrí hacia ella, pero al contrario que ella, no tenia miedo, no sentía furia, tan solo me invadia la pasividad.
ESTÁS LEYENDO
Hijas de los Dioses
FantasyPrimer libro de la saga Edantium. En esta historia seguiras la vida de dos chicas quienes tendrán que luchar para sobrevivir y descubrir quienes son y el por que ambas tienen una conexión que las hace tan poderosas. Una historia de amor, supervivenc...